Una clase mundial


Mientras todavía no se ha apagado el eco de una votación que ha dejado de hecho sin resolver los problemas de la fragmentación política y la inestabilidad de gobierno, el eterno carrusel parlamentario continúa de cara a las elecciones europeas de finales de mes. Esa es su política. Una incesante comedia entre las partes que, más allá de los posicionamientos, de las proclamas y de la promesas, no tiene nada que ver con la vida real y con los intereses reales de nuestra clase. Es una actuación pésima. 
Los hechos que son importantes son otros y es necesario reflexionar sobre ellos. La clase obrera continúa creciendo en todo el mundo y también en Europa donde en los últimos veinte años 31 millones de nuevos asalariados se han sumado a las filas del proletariado europeo. En el Viejo Continente, marcado por un profundo invierno demográfico, la mayor parte de las nuevas generaciones de fuerza de trabajo es el producto de fluos migratorios inéditos. Y cada vez será más así. Por lo tanto la advertencia de Marx es de mucha actualidad: la fuerza de los trabajadores está en el número, es necesario darles conciencia y organización . 
La política comunista les puede unir a todos, autóctonos e inmigrantes, los partidos y las ideologías de la burguesía, en cambio, no hacen más que divi­dirlos. Europeístas y soberanistas, de derecha y de izquierda, exaltan, no por casualidad, las fronteras, tanto nacionales o continentales, como símbolo de "protección. Es un signo del nuevo ciclo político: es la caza del voto de los estratos intermedios atemorizados. Los trabajadores no deben dejarse arrastrar en esta vorágine de la seguridad. La única protección frente al caos capitalista está en la soberanía de clase, porque los obreros no tienen patria.

Elecciones Generales 2019 España



SOMERO ANÁLISIS DEL 28 A

Todo se mueve, pero nada cambia. En estas elecciones estamos asistiendo al desarrollo de una política que tiene un nítido nexo con las directrices emanadas desde Bruselas. El pragmatismo invade todo y tiene un claro apoyo en las direcciones de organizaciones políticas y sindicales.

Después de estas elecciones, deberemos preguntarnos ¿Se aflojara la presión para la disciplina sobre el déficit y sobre la deuda, sobre la flexibilidad de los salarios y del mercado de trabajo, sobre la fiscalidad, sobre la normativa laboral, sobre la privatización de los servicios sociales, sobre las pensiones, sobre la concentración de los bancos, y sobre todo, las reformas que se tienen que implantar para la lucha por la competitividad?. No habrá concesiones: quizás, alguna migaja circunstancial. La reestructuración europea no se reduce en un tira y afloja sobre algunos decimales entre la comisión de Bruselas y los gobiernos nacionales de la UE. Es una decisión impuesta por la contienda mundial en el reparto global del mercado. Esto, puede durar varios años y será una gruesa cadena de tensiones, de crisis y conflictos jamás vistos ya que el cambio que pretenden es gigantesco.

Todo se mueve, pero nada cambia, en esta línea: continua un parlamento fraccionado y los acuerdos se harán complicados, mucho más todavía para que nos llegue algo sustancial a nuestra clase.

Amplia confirmación de los apoyos generalizados a Pedro Sánchez desde Bruselas, de esto se desprende que la UE y sus grandes grupos, no ven aquí y ahora una derecha reaccionaria. No es bueno para los negocios.

Posiblemente el PP está pagando la corrupción y no separarse políticamente de VOX, evidentemente también ha incidido la crispación y la falta de liderazgo dentro de esta organización.

Se observa una cierta alquimia para crear un gobierno con mayoría, un gobierno fuerte que no le tiemble la mano cuando aplique las reformas anunciadas, aquí un aviso a navegantes. Ojo con los terrenos políticos que se ocupan, ya que estos pueden propiciar una fagotización del que ocupa dichos terrenos. (Podemos)

Lo de VOX ni treinta segundos pierdo. Es un gran inconveniente para la gran burguesía (grandes grupos de la UE). Seguro, que ellos están pensando en buscar una solución.

Con o sin derrota del bipartidismo, lo inadecuado de la fragmentación del parlamento, que ya lo estaba, y lo que pueda surgir después de estas elecciones televisivas. No veo, ni preveo ningún cambio sustancial para los intereses de nuestra clase. Si observo tras la niebla de las ilusiones, una continuidad en las políticas de ajuste. Ante está situación:

    Una lucha de defensa es posible y necesaria.
    Articular una orientación unitaria de clase es imprescindible.
    Recomponer nuestras fuerzas es prioritario.

T. M.