Crónicas de la Ruta de la seda


Pekín debate su proyección imperialista

Según Walter Russell Mead, «fue Lenin y no Tucídides quien previó el desafio frente a China: lo llamó "imperialismo "y dijo que conduce al colapso económicoy la guerra». El historiador norteamericano sostiene que «el problema principal de China no es la resistencia de los EE.UU. a su ascenso». Sino que «las dinámicas internas de su sistema económico obligan a sus go­bernantes a elegir entre ajustes económicos desestabilizadores y lacerantes.
o una política de desarrollo expansiva que conduciría al conflicto y aislamiento externo».
«Len in pensaba escribe Mead en el Wall Street Journal- que los países capitalistas en la posición de China fueron condenados a una serie de guerras y revoluciones». 
Pero responde: «Afortunadamente. Lenin estaba equivocado. Setenta años de historia occidental después de la Segunda Guerra Mundial muestran que, con las políticas económicas correctas, una combinación de poder adquisitivo creciente y una integración económica internacional, pueden trascender las dinámicas impe­rialistas del siglo XIX y principios del XX». 
Mead concluye que «si China no aprende de estos ejemplos. permanecerá atrapada en la "trampa de Lenin donde la estrategia para la estabilidad interna produce una coalición antichina cada vez más potente en el mundo».

Las relaciones de la extrema derecha española con el Ejército y la Iglesia


La irrupción de VOX en el panorama político español ha provocado que muchos hayan reparado en un partido cuyo programa contempla un estricto control de la inmigración y las fronteras, la suspensión de las autonomías, la eliminación de casi todos los impuestos salvo un IRPF máximo del 21% o medidas contra el fundamentalismo islámico. Una propuesta electoral que ha encontrado en el Ejército y en la Iglesia apoyos para difundir al resto de la sociedad unos fundamentos que recuerdan más al oscuro siglo XX que al XXI.

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Las relaciones de la extrema derecha española con el Ejército y la Iglesia


Pensar europeo


Francia presiona a favor de un ejército europeo; andando con pies de plomo también Alemania se mueve en la misma dirección. Berlín, además, querría un Consejo de Seguridad de la Unión, y la posibilidad de tomar las decisiones de política exterior por mayoría. Autonomía estratégica de la UE y sobenmía europea, las banderas ondeando desde París, sin embargo no significan una ruptura con América, sino un pilar europeo dentro de la OTAN. Solo de esta manera una po­lítica exterior y de defensa común puede ser aceptada por los demás Estados de la Unión, superando las sospechas de los polacos pero también los temores de los alemanes, que quieren reequilibrar pero no comprometer la relación atlántica. Sin embargo aún así Washington ha confirmado la histórica intolerancia por los organismos del Viejo Continente; Donald Trump ha añadido únicamente su estilo de demagogo televisivo y de social media, compuesto por desprecios e insultos para captar la atención. 
También para la federación del euro París tiene sus propuestas. Ha obtenido el consenso de Berlín para un presupuesto común, pero no está claro, dicen con malicia los ingleses, hasta qué punto el acuerdo sea una tapadera que oculta el estancamiento sobre capítulos de mayor peso, como el seguroo común sobre los depósitos bancarios. Por su parte, Londres no sabe cómo librarse del berenjenal del Brexit: de hecho, el compromiso con Bruselas mantendría la unión aduanera a tiempo indefinido; no sabemos si el gobierno de Theresa May soportará el revés. 
Durante la evolución convulsa del nuevo ciclo político en Europa existe un hecho cierto: el eje entre Francia y Alemania sigue siendo el dintel del imperialismo europeo, y las oscilaciones internas no parecen haber bloqueado la contrafensiva política renana. Por esto es todavía más arriesgado, en Roma, el chantaje del gobierno Lega Cinco estrellas, que cree poder sumarle a débito los empujes propietarios a la impunidad fiscal para el Norte y la asistencia estatalista para el Sur. Los trabajadores tienen que rechazar la demagogia de su política, un espectáculo permanente estudiado para impedir cualquier reflexión: con sus pequeños Trump de imitación, hoy nos endilgan sus fanfarronadas soberanistas. La clase dominante organiza sus poderes a escala europea. Para combatirla, pensar europeo es indispensable. 
Francia ha llegado al tercer tiempo de la reestructuración europea. El primero fue marcado en 2017 por la reforma del código del trabajo, con medidas dirigidas a ampliar la contratación empresarial, reducir para los empresarios los costes y los vínculos para los despidos, fusionar las diferentes estructuras repre­sentativas empresariales. 

Es posible reconstruir el internacionalismo


PUEDE HACERSE

Los ritmos de crecimiento del ciclo mundial distan mucho de ser insignificantes, pero pese a ello existe una evidente inquietud; se terne una recaída de la economía mundial. En general, preocupa la enorme deuda, incrementada en un 60% con respecto a 2007. Esa inquietud. Además, está alimentada por las posturas proteccionistas y los aranceles de Donald Trurnp y las crisis entre las potencias emergentes, como en Argentina y en Turquía, cuya fragilidad se debe al fortalecimiento del dólar.
Dicho esto, la presión norteamericana sobre China es pesada; Pekín ha devuelto golpe por golpe, pero su potencia está siendo puesta a prueba. La directriz de la Ruta de la Seda empiza a provocar reacciones en Asia; algunos proyectos han sido anulados. Otros revisados, surgen problemas de endeudamiento de los países contratantes difíciles de afrontar. Por ahora la confrontación más grave entre Washington y Pekín se limita a las disputas comerciales, pero nadie ha renunciado a los desfiles armados (buques. aviones. misiles. submarinos) en todo tipo de ejercicios. La CNN ha anunciado un próximo gran ejercicio norteamericana en el Mar de China meridional y en el estrecho de Taiwán, en una escalation que aumenta la tensión en Asia.

La ley en España establece


La ley en España establece que para cobrar la pensión contributiva completa se han de haber cotizado como mínimo 35 años y la edad de jubilación está establecida en los 65 años.

Hasta la reforma citada anteriormente del régimen de pensiones, los diputados y senadores que hubieran mantenido su escaño durante 11 años podrían percibir la máxima; con 9 y 11 años, tendrían derecho al 90%, y al 80% los que habían sido diputados o senadores entre 7 y 9 años.

Privilegios, ésa es la palabra que sirve para definir el estatus del que disfrutan sus señorías y cargos públicos. Así, por ejemplo, la reforma fiscal que aprobó el Gobierno el pasado año, la mayor subida de impuestos de la democracia, no afecta a todos por igual. Y es que hasta el 75% de los ingresos reales de los políticos está libre de impuestos. En concreto, entre el 40% y el 75% del sueldo real de diputados, senadores y, en general, cualquier cargo de representación pública, goza de exención fiscal. Es decir, no tributa a Hacienda, gracias a las abultadas dietas que cobran sus señorías.
  
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Politicastros charlatanes y sus palabrerías


Aunque desde hace tiempo, bajo la presión de los poderes continentales, la soberanía ha tomado otra vía diferente a la de las asambleas e instituciones nacionales, la enfermedad endémica del cretinismo parlamentario no muestra señales de regresión. Con la dificultad evidente de su política y con las oscilaciones cada vez más agudas que se derivan de ellas, aquel morbo incurable parece más bien vivir una nueva juventud.
De este modo en Madrid, todavía atrapada por las convulsiones de la irresuelta cuestión catalana, ha subido al escenario la comedia de las intrigas parlamentarias que han provocado la caída inesperada del gobierno del Partido Popular y· la llegada a la presidencia del líder del PSOE Pedro Sánchez. Todos los demagogos han luchado a brazo partido por su trozo del pastel del gasto público y las prebendas. Todos han gritado que defienden los intereses del pueblo y de la nación agitando hasta las náuseas su interclasismo.
Por no hablar de Italia, donde un desequilibrio político sin resolver desde hace décadas ha vuelto a explotar de formas tan paradójicas como virulentas, haciendo caer al país en un clima de confusión y de desbandada. Incluso el riesgo de un viraje catastrófico de la crisis que, con la pareja Salvini y Di Maio, campeones del gasto público con aroma racista, no puede ser excluido,
Es el tiempo de los aventureristas y de· tos diletantes del desastre.
En relación a ello cómo no recordar las palabras de W. Liebknecht, durante muchos años cercano a Marx y a Engels: «La política era el estudio para Marx. Odiaba a muerte a los politicastros charlatanes y sus palabrerías... La política, es teóricamente el conocimiento de los millones y miles de millones de factores que tejen la "tela de la historia" y prácticamente la acción determinada por este conocimiento. Por lo tanto, la política es ciencia y ciencia aplica¬da... Sin embargo, cada payaso está convencido de ser un gran político o incluso un gran hombre de Estado... ».
Mantengamos cerca nuestra ciencia. Es el momento de nuestra politica: lucha internacionalista por la unidad de todos los trabajadores, estudio y orga¬nización para implantar los principios comunistas.

Un clima mecánico


La ingeniería climática actual busca apoyos en la opinión pública y en los líderes políticos para afianzarse. Mientras, expertos más críticos alertan del peligro medioambiental que supondría el control del clima por unos pocos. La geoingeniería o manipulación deliberada del clima para luchar contra el cambio climático se extiende entre los países más poderosos del mundo.

El cambio climático se está acelerando y los científicos buscan una solución para frenarlo.
Algunos proponen combatirlo cambiando nuestra forma de producir y de consumir.
Otros sugieren intervenir directamente en el clima. Los críticos dicen, que eso solo es un parche: Ignora nuestra forma de vida,que produce niveles elevados de gases de efecto invernadero.
Aun así, lo que proponen parece una solución mágica, se llama geoingeniería.
rtve.es/4624601
  

Misiles y smartphone


Con los misiles se hace la guerra y se negocia, a menudo las dos cosas juntas. Observemos la península coreana: el Norte ha fabricado sus elementos disuasorios de misiles y armas atómicas, y por lo tanto ahora puede negociar con el Sur. Sin embargo, si alguna vez desembocase en una Corea unificada, nadie podría prever realmente las consecuencias, dado los frágiles equilibrios de la región, a los que miran China, Japón, Estados Unidos y Rusia. O Siria: con el pretexto humanitario, Washington, París y Londres han golpeado con sus misiles cr11ise. Querían enseñárselos a Moscú, alineada con Damasco, y también a Pekín, que ha respondido haciendo desfilar sus fuerzas navales en el Mar Chino Meridional. Por su parte, EE.UU. y Europa están en desacuer­do sobre Irán, que en Siria participa en el reparto y afirma tener su proprio elemento disuasorio, balístico cuando no nuclear. Como si fuera poco, en el juego mortal participan también Israel, Turquía y Arabia Saudí.
No es el único terreno de enfrentamiento en la contienda mundial. El propio conjunto de tecnologías que sirve para dirigir los cr11ise tiene que ver con las telecomunicaciones, con los satélites, con la automatización industrial y con los smartpfwne, los móviles que en el bolsillo son tarjetas de crédito, centro comercial y recolector de datos para el mercado publicitario. De aquí han nacido los nuevos gigantes del high tech, alta tecnología, que han empezado a combatirse sin cuartel. Aquí es también con los aranceles donde se hace la guerra y se negocia; Donald Trump agita amenazas proteccionistas contra Europa y China, pero posiblemente quiere chantajear a la UE para tenerla de su parte contra Pekín, o también arman un gran alboroto para entrar en el mercado chino.
Es solo un anticipo de los próximos años. Este carrusel letal puede quedarse sin control, y hacer caer al mundo en la crisis y en una guerra entre grandes potencias, o crisis y guerras menores pueden combinarse en cadena, en una barbarie que se convierta en costumbre cotidiana: un misil, un mensaje WltatsApp, uu reportaje taciturno en televisión sobre los niños asesinados con el gas.
Los trabajadores no tienen que entrar en el juego, no tienen que convertirse en instrumento de las opuestas facciones de la clase dominante y de sus guerras, tienen que buscar el camino para la autonomía de clase. Es la vía del internacionalismo y del comunismo: unidad de todos los proletarios, lucha contra todas las burguesías y todos los imperialismos.

General Motors negocia con el régimen nazi

El profesor de Historia de la Universidad de Yale, Henry Ashby Turner jr. (1932-2008), en su libro de 2005 General Motors and the Nazis ha reconstruido las relaciones entre Opel y el régimen nazi.
El historiador precisa que ha tenido pleno acceso a los archivos de GM y de sus filiales extranjeras y asume toda la responsabilidad del escrito. El texto, rico en detalles, ilustra a través de un caso particular las relaciones entre el poder económico y el poder político en uno de los periodos más difíciles de la historia.

Opel y el poder político 
Después del ascenso al poder de Adolf Hitler en 1933, se crearon estrechas relaciones de colaboración entre Opel, propiedad en un 100% de General Motors, y el nuevo gobierno. Para GM, Opel era la principal compañía automovilística fuera de los Estados Unidos; para el gobierno nazi la sociedad de Rüsselshcim, en Hesse, proporcionaba el acceso a la tecnología americana y, a través de la exportación, garantizaba un flujo de dólares para ser utilizado en la importación de productos alimentarios y materias primas, que escaseaban en Alemania.

Hitler había declarado públicamente su intención de no tocar la propiedad de Opel, aunque dentro del partido nazi el gauleiter de Hesse, Jakob Sprenger, era de otra opinión. En la Alemania de Hitler la denominación de gauleiter se refería a los jefes regionales del partido, leiter (líder) y gau (región). Sprenger tenía una profunda aversión a la propiedad extranjera en Alemania: era un nacio­nalista, miembro del partido nazi desde
1922; Hitler lo había hecho gauleiter de Hesse en 1927 y gobernador en 1933.
Sprenger tuvo la oportunidad de inter­venir en Opcl cuando, en 1938, dentro de la sociedad se produjo un fuerte en frentamiento entre el jefe ejecutivo ( director general), el americano Cyrus Osbom, y el tesorero y Betriebsfohrer (líder de la empresa), el alemán RudolfFleischer.

Obreros que no votan


Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha firmado los aranceles aduaneros sobre el acero rodeado por obreros siderúrgicos, con mono y casco. Tomamos nota de ello, para hoy y para mañana. Sin una conciencia comunista y sin una estrategia, nuestra clase siempre será utilizada e instrumentalizada por los intereses ajenos. La ideología dominante es la de la clase dominante, y esto vale para todas las ideologías, de todo tipo: reformistas y progresistas, por cierto, como en la tradición socialdemócrata del partido obrero burgués, pero también conservadoras, de seguridad, o xenofobias y "populistas", como está de moda ahora. 
En la actualidad, desde hace algún tiempo, en cada elección, por pereza mental o por cálculo, circula un cuentecito de conveniencia: la mayoría de los obreros, asusta­da, estaría ya de parte de los "populistas" y de sus representantes, que pueden ser desde Trump, a los soberanistas del Front National en Francia, a los nacionalistas del Brexit en Gran Bretaña, de la Lega o de los Cinco Estrellas en Italia. 
No nos hagamos ilusiones, contrastaremos también estas influencias, así como lo hicimos con el oportunismo. Sin embargo, no es verdad que tengan la mayoría. Por ejemplo, en Italia. Primero, entre todos los asalariados, el primer partido es la abstención. En segundo lugar, es precisamente entre los obreros que su cuento es falso. Basándonos en los datos, si se acude a los grandes barrios obreros de Génova, Milán o Turín, por cada uno que se ha hecho el selfie en el mercado con Malteo Salvini o dos con Luigi Di Maio, encontrará cuatro o cinco que no han votado. Por cierto, a los obreros y a los proletarios hay que contarlos todos: también los 350 mil inmi­grados que trabajan en la fábrica, los 200 mil en la construcción, los 500 mil en la logística, en los hoteles o en las cocinas de los restaurantes, los 800 mil - ¿o un millón'! ¿quién sabe?- entre asistentas y cuidadoras. Hombres y mujeres que en Italia viven y trabajan pero no tienen los mismos derechos que los italianos y, por lo tanto, no votan. Seamos claros, somos revolucionarios y estamos en contra de la política burguesa, su política, pero no así. Todos tienen que tener los mismos derechos, es un interés fundamental de clase, también el derecho al voto: luego explicaremos a todo el mundo que el parlamentarismo es un engaño, y nos batiremos por conquistarlos a nuestra política, la política comunista.

Estrasburgo analizará la demanda de los pensionistas

Estrasburgo analizará la demanda de los pensionistas por su falta de poder adquisitivo en vísperas de otra manifestación.
Zaragoza la ya conocida “marea gris”, el colectivo de pensionistas de nuestro país está más activo que nunca. 

Estrasburgo analizará la demanda de los pensionistas por su falta de poder adquisitivo en vísperas de otra manifestación.

En vísperas de una nueva manifestación general de la “marea gris” el próximo 15 de abril, hemos sabido que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos admitía a trámite la demanda interpuesta por Colectivo Ronda en representación de Domiciano Sandoval, activista y portavoz de la Marea Pensionista, contra la decisión de España de revalorizar las pensiones por debajo del incremento del coste de la vida y desvincular las revisiones del importe de las pensiones de la evolución del IPC mediante la aplicación del denominado «índice de revalorización de las pensiones».

Según datos facilitados por la propia Curia Europea, sólo el 5% de las demandas elevadas frente al Tribunal de Estrasburgo denunciando vulneraciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos son admitidas a trámite y terminan siendo resueltas por el TEDH. Tras esta admisión se espera que en el plazo aproximado de un año se dé a conocer el fallo de este tribunal.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) se pronunciará sobre la pérdida acumulada de poder adquisitivo que sufren los pensionistas españoles desde el año 2012 como consecuencia de la decisión de actualizar el importe anual de las pensiones en un porcentaje inferior al incremento del coste de la vida. Práctica que a criterio del Colectivo Ronda supone una vulneración del deber «de elevar progresivamente el nivel del régimen general de la Seguridad Social» y no garantiza la exigida «suficiencia económica» a los pensionistas.
Así lo demuestran, por ejemplo, unos datos hechos públicos por el sindicato UGT que señalan que los pensionistas españoles han perdido de media 670 euros al año en términos de capacidad adquisitiva durante el período comprendido entre el año 2010 y 2017.

Antes los Proletarios


Antes los italianos. Es un eslogan rufián que quiere transmitir la ilusión del sentido común, intentando calmar los miedos de electores desorientados y en­vejecidos. Dicho lema se ha insinuado en los cálculos astutos de las redacciones de los periódicos, en las sesiones de noche de la televisión y en los circuitos Facebook, Twitter o YouTube de la red. Se ha convertido en el subtexto de la campaña electoral italiana, aúna de alguna manera a todos los partidos parla­mentarios. Si la mirada se fija en la tiendecilla electoral, es imposible contrarrestar realmente a los traficantes del miedo. 

No es solo una fiebre italiana. Pensemos, por ejemplo, en America First,  América primero, que es el santo y seña de Donald Trump, o en Take Back Control, volver a tomar el control, es decir, la soberanía británica, que ha sido el lema para el referéndum del Brexit. Tampoco Emmanuel Macron, quien desde París con Berlín intenta la contraofensiva europea, puede renunciar a la retórica y a los hecho sele la potencia nacional: un plan de rearme, y una inevitable represión contra los nuevos inmigrantes. En el fondo, tampoco antes los europeos es una fórmula menos envenenada. Más bien al contrario. Será la vía para restaurar el consenso entre las clases dominantes del Viejo Continente, la Europa que protege en lugar o junto a las vallas nacionales. Sin embargo, esta es precisamente la ideología de masas para el imperialismo europeo, en las nuevas tempestades que están de camino desde Asia y China, en las tensiones con Rusia y con América o en las nuevas aventuras en África.