Ideologías de la Guerra en la Crisis del Orden

La guerra que viene, una Tercera Guerra Mundial a las puertas, fue un mito ligado a las ideologías de Yalta. Lo combatimos desde los primeros años Cincuenta, cuando era evidente que la consigna única «Ni Washington ni Moscú» no era suficiente. La batalla contra los dos bloques, contra el imperialismo unitario que los englobaba, contra el capitalismo de Estado que en la URSS se hacía pasar por socialismo, ciertamente salvó el principio internacionalista, pero era insuficiente para una estrategia revolucionaria. Había que oponerse también al imperialismo europeo, no solo al americano y al ruso; el verdadero reparto de Yalta en realidad escondía la alianza de facto entre Estados Unidos y Rusia para mantener a  Europa dividida. 

  CONTINUAR LEYENDO                 DESCARGA DE ARCHIVOS

 PARTE  UNA
PARTE  DOS
PARTE  TRES
Los grupos en Europa en 2022
Tentaciones proteccionistas en con los grandes grupos asiáticos.

Al igual que en 2021, la inflación y el aumento de los precios energéticos desen­cadenado por la guerra de Ucrania sostuvieron también el año pasado los ingresos y beneficios de los grandes grupos euro­peos en los diferentes sectores analizados. El sector de la energía y los multiservicios cerraba el año con +57% de facturación y +9,8% de beneficios; las telecomunicaciones , + 106% en beneficios, gracias al resul­tado de Vodafone; el automóvil, + 16%, y la construcción +22% en ingresos; los transportes, +25% en ingresos y -68% en beneficios, debido a la reanudación de los viajes post-Covid y el consiguiente aumento de las tarifas en el sector marítimo.
En este sector, aparecen colosos como la suiza MSC, que no figura en nuestra clasificación porque no publica sus resultados anuales: en 2022, habría cerrado con 30 mil millones de beneficios, ocupando el primer lugar como compañía mundial en el transporte de contenedores, y entre las tres grandes empresas de cruceros. 
El sector bancario se beneficia del au­mento de los tipos, cerrando con + 11 % de ingresos, pero sus beneficios caen un 0,6% a causa de las grandes pérdidas de Credit Suisse. 
La recuperación se manifiesta en el hecho de que 92 de los 100 grupos ana­lizados aumentaran su facturación ( en 2020, año del Covid, eran 19) y sólo 43 redujeran personal, frente a los 69 de 2020. En total, los 100 grupos cerraban el año con +22,8% de ingresos, +4,2% de beneficios y+ 1,4% de ocupación, gracias al +26,5% en construcción e infraestructuras. En la clasificación, 26 grupos son franceses y 25 alemanes, lo cual significa que, cuando hablamos de un eje principal centrado en París y Berlín, tenemos razones objetivas para ello. 

Reestructuración eléctrica del automóvil 

La batalla global de la reestructuración eléctrica tiene a Europa como terre­no principal en la confrontación, como lo atestigua la cuestión del automóvil. China superó a Japón en el primer trimestre de 2023 como primer exportador mundial, con 1,07 millones contra 945 mil automóviles, después de haber sobrepasado a Alemania en 2022. Se estima que a finales de año llegará a 4,1 millones, de los cuales 1,3 eléctricos, y en 2030 a 9 millones, abarcando un 30% del mercado global. Nótese que, si se mide en términos de valor en vez de en automóviles exportados, la ventaja europea continúa siendo consistente. También el hecho de que una parle importante de la exportación china está vinculada directamente o en joinc-vencure a grupos extranjeros: Tesla es el mayor exportador de vehículos eléctricos desde China.

La Comisión Europea ha abierto una investigación acerca de los subsidios públicos de Pekín al coche eléctrico, que reducen sus costes en un 20-25% incluso para los modelos construidos por los occidentales en China. En el sector eléctrico, la producción ha pasado del cero al 8% del mercado europeo en tres años, y podría alcanzar el 15% en 2025. Se teme que la sobrecapacidad productiva china, estimada en 5,7 millones en 2021 y en 15 millones para los próximos años, con alrededor de cien grupos que cada año lanzan al mercado 80-100 nuevos modelos, se vienda en el mercado de la UE. A él han llegado en 2022 500 mil automóviles chinos, la mitad de ellos eléctricos, con aranceles de sólo el 1O%, mientras que en EE.UU. se encuentran en el 27,5%. Los aranceles a China o la demanda de subsidios son también armas en la lucha intraeuropea y entre europeos y americanos. 

Confrontación con Pekín 

Se abre una confrontación con Pekín, pero también potencialmente con EE.UU., que subsidia sus coches eléctricos a través de la lnPation Reduction Act ([IRA). Los constructores alemanes, que tienen en China un tercio de sus ingresos y beneficios, se muestran alarmados. Sin embargo, son los franceses quienes piden la confrontación, con Renault y Luca De Meo a la cabeza, dando voz a su vez al presidente de ACEA, el lobby del automóvil europeo, y de Stel lantis, que controla FIAT, PSA, Opel y Chrysler, y que ha retirado su producción de China para evitar posibles represalias en caso de un agravamiento de las tensiones geopolíticas.
Bruselas teme que ocurra en el sector automovilístico lo sucedido con los paneles solares, donde los productos chinos a bajo coste han borrado del mapa a los productores europeos. Al final, los aranceles podrían aumentar. Financia/ Times, contrario al proteccionismo europeo también por su interés por el automóvil inglés, amenazado por las normas post­Brexit, recuerda en cambio cómo los aranceles a los paneles solares chinos introducidos por la UE en 2013 fueron revocados en 2018, tras constatarse que los objetivos de producción solar no habrían podido alcanzarse.

El experto del automóvil Ferdinand Dudenhoffer habla en Frankfurrer Allge­maine Zeicung de un «escenario terrible para la industria automovilística alemana», ya que corre el riesgo de sufrir una reacción china, mientras que los grupos franceses estarían seguros, al estar fuera de ese mercado. Está por ver si la amenaza de Bruselas no acelera las inversiones directas de Pekín en la producción de coches en Europa: la austriaca Magna Internacional está negociando para producir automóviles chinos. 
Según un analista de Jefferies, la in­vestigación proporcionará a los grupos europeos una ventana de dos a11os. Para AlixParrners, el objetivo de los chinos es hacerse con el 4-5% del mercado europeo antes de 2027, frente al 2,3% del primer semestre de 2023. Sin embargo, las marcas locales chinas no habían supe­rado el 50% de las ventas hasta este año, señal de que los grupos extranjeros han sido dominantes hasta ahora. Según Jaro Dynamics, en 2022 se vendieron en el mundo 79,4 millones de  automóviles (-2%): los eléctricos e híbridos plug-in fueron 7,37 millones (+66%), aumentando del 5,5 al 9,3% del mercado, con China al 15,6 y la UE al 12,2%. 

En el primer semestre de 2023, Renault deja atrás las pérdidas, cerrando con 2.100 millones de beneficios, y resuelve. Nissan transfiriendo el 28,4% del grupo japonés a un lrust para equiparar la participación cruzada al 15%. Se refuerza la alianza ( que comprende a Mitsubishi Motors) sobre el coche eléctrico: Nissan invertirá 600 millones en Ampere, sociedad creada por Renault al margen de la actividad del coche térmico. En este sector entran Geely, grupo chino que controla Volvo, Polestar, Zeekr, y cuyo pauón Li Shufu es máximo accionista de Daimler, con un 10%, y Arameo, el coloso petrolífero saudita que apuesta por los carburantes alternativos, como también hacen ENI y TocalEnergies. Pesan las estimaciones de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), según las cuales los coches eléclricos aumentarán en 2023 hasta 14 millones, el 18% de las ventas males, contra el 4 % de 2020; antes de 2030 se asistiría al pico del petróleo gracias a los coches eléctricos, que reducirán la demanda en 5 millones de barriles al día. 
Tanto Renault como Stellamis, implicada ahora en la dura confrontación por el contrato en EE.UU., critican la aceleración europea en lo relativo al fin de los motores térmicos para 2035, la cual abre una brecha para los chinos. También han puesto en el punto de mira la propuesta de normativa sobre los nombres térmicos Euro7, en vigor a partir de julio de 2025, que aumentaría los costes en 2000 euros para una tecnología que tiene los días contados, sustrayendo recursos al eléctrico. 
Los grupos europeos temen la amenaza china tanto por sus inferiores costes como por el acceso a las materias primas y baterías: Pekín controla el 67% de la refinación del lirio, el 73% de la refinación del cobalto, el 77% de las baterías, el 85% de los ánodos y el 75% de los cátodos. Sin embargo, no pueden dejar de acoplarse a los grupos chinos en sus proyectos: VW, además de las históricas joimvencure con SAIC y FA W, acaba de adquirir por 700 millones de dólares el 5% de Xpeng para desarrollar dos modelos eléctricos destinados al mercado chino para 2026. 
Para hacerse autónomos del suministro asiático, los grupos europeos están construyendo plantas de producción de baterías en el continente. Según Le Figaro, suministrarán 1267 GWh (gigavatios ­hora) entre las activas y las que están en vías de construcción: estimando 20.000 coches eléctricos por GWh, esto garantizaría una producción de 25 millones de vehículos. No obstante, de entre estos grupos, los mayores son chinos. CATL, ascendida en 12 años a líder mundial con un 36% del mercado, posee una planta de 14 GWh en Alemania, donde aspira a aumentar a 24, y está construyendo otra de 100 GWh en Hungría. Envision AESC controla una de 24 GWh en Gran Bretaña y una de 20 GWh en Francia. Aquí, Emmanuel Macron ha inaugurado una «bacrery valley>, en el Norte, con cuatro plantas por un toca! de 142 GWh, emre las cuales una de 24 GWh de ACC (Scellantis, Mercedes, Total) y una de 50 GWh de Verkor, scarcup con participación de Renault que ha reunido recientemente 2 mil millones, más de la mitad de inversión pública. 
El euro-atlantismo de los partidos españoles a la prueba.

Un cuadro internacional que ya es de por sí convulso entre la difícil recuperación post-pandemia, guerra en Ucrania, crisis energética, golpes de Estado y amenazas de guerra en el Sahel, y la presidencia rotatoria española de una UE que afronta complejas negociaciones como el acuerdo UE-Mercosur, la ampliación y profundización de la Unión, la gestión común de los flujos,migratorios obliga a Madrid a buscar una fórmula gubernamental que no se descarrile de los vínculos externos euro atlánticos. 
La reavivación del hervidero me­dio oriental, con el repentino ataque de Hamás y la reacción israelí en Gaza, añade un elemento potencial de estrés a las negociaciones para un nuevo ejecutivo español. 

feijoo y VOX 

Tal y como vaticinaban los medios y los analistas, el intento de investidura del líder del Partido Popular (PP) Alberto Núñez Feijóo con el apoyo de Vox ha fracasado, desmintiendo una ecuación de gobierno que había sido apoyada tanto por el alemán Manfred Weber, presidente del PPE, como por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Una «pausa» en la transición energética de marca green estaba entre las bases materiales de esta fórmula. 
Pero los dos partidos de derechas sólo cuentan con 170 escaños de los 350 del Congreso, insuficientes para la investidura, dado que la naturaleza ultra-centralista de Vox impide a Feijóo sumar otras fuerzas políticas además de los regionalistas navarros y canarios (dos escaños en total) o al menos obtener una benévola abstención. 
Feijóo afirma que no «quería» la presidencia, dado que el precio puesto por el independentismo catalán era una «amnistía» por los hechos del procés del 2017 y la posibilidad de celebrar un nuevo «referéndum» con garantías legales. Pero el portavoz de los vascos democristianos del PNV (5 escaños), Aitor Esteban, le recordó que, si hubiera obtenido el apoyo de las formaciones independentistas, vascas o catalanas, habría automáticamente perdido el apoyo de Vox (33 escaños), alejándose aún más del umbral de la gobernabilidad. 
Feijóo finalmente fracasa en su investidura, pero logra mantener intacta, por ahora, su leadership en el PP y en una derecha española que en los últimos años ha devorado a muchos de sus líderes y dirigentes. Parado a mitad de camino, en la escalera entre la oposición y el Gobierno, el gallego espera a que maduren las dificultades de sus adversarios. 

Sánchez y la UE ... 

Tras una segunda ronda de consultas con las fuerzas políticas, nuevamente con la deserción de los partidos gallegos, catalanes y vascos, salvo el PNV, el rey Felipe VI ha encomendado al socialista Pedro Sánchez la tarea de intentar formar una mayoría al ternativa. Según la Constitución, si el rey no encuentra un candidato aceptado por el Congreso antes del 27 de noviembre, automáticamente se disolverían las Cámaras y se repetirían elecciones en enero. 
Un nuevo ejecutivo de Sánchez enfrentaría desafíos complejos, tanto en la proyección externa como en el ciclo político interno. Las cumbres de Granada de la Comunidad Política Europea y el Consejo de la UE en octubre, de las que hablamos en otra pane de este periódico, anticiparon algunos. 
Por ejemplo, con respecto a la ampliación de la Unión, que en cualquier caso tendría un horizonte temporal a largo plazo, España se encuentra entre los primeros países que pretenderían antes una profundización de la integración. No se uata sólo del hecho de que España esté entre los países que pasarían de receptores netos de fondos europeos, en particular agrícolas (PAC) y fondos de cohesión, a contribuyentes netos, en el caso de una ampliación que llegue hasta Kiev. Es también una cuestión de peso político, observa Áurea Maleó, directora de la "Red" del Real Instituto Elcano, think cank español vinculado a los principales ministerios, entre ellos el de Asumas Exteriores. Entrevistada por el lusitano Diário de noticias, recuerda que «Portugal y España se encuentran en una situación muy periférica respecto a la UE y a su mercado interior habrá un desplazamiento del peso de la UE hacia el Este y aquí, en la península ibérica y en otros países del Sur como Italia y Grecia, hay que garantizar que la UE no olvide la dimensión sur». Precisamente la elección de la Alhambra de Granada para celebrar estas cumbres, en el profundo sur frente al norte de África, parece incluir estas preocupaciones. 

La Zona Franco, una herramienta del neocolonialismo francés en África

El franco CFA, utilizado por catorce países pero vinculado económicamente a Francia, es la última moneda colonial en el continente africano. Los medios de comunicación franceses e internacionales han tomado su existencia como un secreto sucio, a pesar de que la usan unos 187 millones de personas. Sin embargo, ahora ha vuelto a aparecer en los titulares, gracias a cinco años de movilizaciones sostenidas por parte de movimientos e intelectuales panafricanistas.

La controversia en torno al franco CFA tuvo especial relevancia a finales de diciembre, después de las declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron y su homólogo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara. Su promesa de «reforma» de la moneda, que ahora pasará a llamarse «ECO», fue difundida por los principales medios de comunicación. Se apresuraron a declarar la muerte de la moneda, llegando a decir “Adiós al franco CFA”, como lo expresó un columnista del Wall Street Journal.
Sin embargo, una mirada más cercana a este asunto sugiere que tales respuestas triunfales fueron demasiado apresuradas, o más bien, completamente erróneas. Si bien es poco conocida fuera del mundo francófono, la historia del franco CFA apunta a una realidad bastante diferente, así como a la persistencia de lo que durante décadas ha servido como una herramienta del neocolonialismo francés.

Del franco CFA a … dos francos CFA

Los orígenes del franco CFA se remontan a las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Las condiciones de posguerra exigieron una devaluación del franco utilizado en la Francia metropolitana, pero la pregunta seguía siendo si se debería hacer una misma devaluación en todo el imperio colonial, manteniendo así una moneda única para un imperio único, o varias devaluaciones, dado que la guerra tuvo impactos desiguales en diferentes territorios gobernados por Francia.
El Ministerio de Finanzas francés optó, en secreto, por este último curso de acción, el cual finalmente condujo a la creación oficial del Franco de las Colonias Francesas en África (FCFA) el 26 de diciembre de 1945. La nueva moneda llegaba con una paridad fija bastante increíble: 1 franco CFA valía 1,7 francos metropolitanos. En 1948, esta tasa se revisó aún más al alza, ¡fijando 1 franco CFA en 2 francos metropolitanos! Por el contrario, como era razonable esperar, las colonias británicas en África tenían un valor de tipo de cambio más bajo que la libra esterlina. Así, el franco CFA nació sobrevaluado, lo que se tradujo en una baja competitividad interna y de exportación duradera, dos características de las economías que producen y exportan bienes primarios e importan casi todo lo demás.

De hecho, desde su creación, el franco CFA fue una parte integral de un mecanismo económico diseñado para garantizar que las colonias subsaharianas de Francia ayudaran a reconstruir una economía metropolitana que carecía del vigor necesario para enfrentar la competencia internacional. Simultáneamente, la economía metropolitana francesa necesitaba acceso a fuentes de materias primas que pudiera comprar en su propia moneda, a precios inferiores a los del mercado mundial.

A medida que las antiguas colonias obtuvieron su independencia, los bloques de monedas coloniales alrededor de África -el área de la libra esterlina, el área de la peseta española, el área de la moneda belga, el área del escudo portugués, etc.- se desmantelaron gradualmente. Los nuevos países independientes optaron por emitir sus propias monedas nacionales como símbolo de su ascenso al rango de Estados soberanos internacionalmente reconocidos.

Las excepciones fueron los países subsaharianos reunidos en la Zona Franco. De hecho, Francia había concedido su independencia a dichos países solo a condición de que los líderes políticos africanos, la mayoría de los cuales habían sido educados en Francia, firmaran «acuerdos de cooperación» que regirían las relaciones futuras.

Cubriendo campos que van desde materias primas hasta comercio exterior, divisas, diplomacia, fuerzas armadas, educación superior y aviación civil, estos acuerdos buscaron afianzar la soberanía francesa y vaciar la promesa de independencia. En julio de 1960, el primer ministro francés, Michel Debré, escribió a su homólogo gabonés, Léon Mba: «Otorgamos la independencia con la condición de que el Estado independiente se esfuerce por respetar los acuerdos de cooperación … Uno no va sin el otro».

En lo que respecta a la moneda, esta «cooperación» significaba que los países recientemente independizados tendrían que mantener el franco CFA.

Dos flotas para negociar

El acuerdo tripartito con China para la reanudación de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí marca un punto de inflexión en el abandono del bajo perfil chino en el Golfo Pérsico. El tercer mandato presidencial de Xi Jinping lo marca con 24 caracteres, que van a sustituir las indicaciones diplomáticas dejadas poi Deng Xiaoping hace más de treinta años: «Mancén la calma. Mancence firme. Busca progreso y estabilidad. Sé proactivo y logra resultados. Únete al Partido Comunista. Atrévete a combatir». 

Para Wu Xinbo, del Centro de estudios Americanos de la Fudan de 
Shanghái, estamos asistiendo a las transformaciones de la compostura estratégica china en esta década decisiva: «En el pasado declaramos algunos principios, dimos a conocer nuestra posición, pero no nos comprometíamos operativamente. Esto cambiará». El coronel Zhou Bo, del Cemtro de Estrategia )' Seguridad Inter­nacional en la ninghua de Pekín, imter­viene en f'el Aviv en un c,imposio sobre seguridad: «Hosca ahora, China ha sido muy prudente, caminando sobre lo cuerda flojo y e concentrándose en los negocios sin implicarse militarmente en Orience Medio. Pero las cosas pueden cambiar».

Transformación multipolar en el Golfo

Zhou Bo, niegd que EE.UU. se esté retirando sustancialmente del área y que el enfrentamiento entre americanos y chinos en la región sea inevitable. Se puede pensar que el coronel está autorizado a hablar en el extranjero, y no por casualidad en Israel, país descolocado por el acercamiento saudí a Irán. Según las actas publicadas por el observatorio del Instituto Primaveras y Otoiios de Shanghái, la cuestión planteada por Zhou «es si Chino y EE.UU. pueden cooperar realmente en términos de seguridad regional».
La intervención deja entrever cómo la iniciativa china en el Golfo Pérsico contiene el potencial de una transformación en sentido multipolar de la garantía americana en la arteria energética, trasformación que puede o no ser acordada, o al menos negociada con EE.UU. Se podría hablar de una "doctrina Caner inclusiva", parafraseando las expresiones chinas, hasta la hipótesis avanzada por Zhou de un condominio naval con vascas implicaciones estratégicas: «Chino es de mente abierta señala el militar; Si realmente la fuerza de América escá disminuyendo, ¿por qué no trabajar juncos pura guardar escas rutas estratégicas?». 
La discusión se centra en la protección de los flujos petrolíferos, pero se refiere a la «nueva arquitectura de seguridad» propuesta por Pekín para Oriente Medio. Por un lado, «al igual que la propuesta de paz para Ucrania», La posición de principio chino «podría evolucionar en el futuro, cuando sea el momento adecuado». Por el otro. la iniciativa china suena rnmo una alternativa a la «vieja» arquitectura, garantizada por EE.UU. Además de Israel señalan no obstante en Tel A viv también la propia China se ha beneficiado hasta ahora de esos acuerdos, con flujos energéticos ininterrumpidos: ¿por qué no «integrar en vez de interferir?». Si existiera «uno propuesta que satisfago las necesidades de todas las partes», dice Zhou, Pekín estaría dispuesta a discutir con Washington la seguridad regional.  

Erosión del orden monetario

Con la crisis asiática de 1997-98 desde los países emergentes surge la necesidad de reforzar sus defensas contra las tempestades monetarias. Desde entonces las reservas de divisas internacionales se han multiplicado por doce. Protagonista de este movimiento ha sido el dólar, principal medio de pagos internacionales, exclusiva unidad de cuenta de las principales materias primas y de la energía, moneda preferida para créditos e inversiones. También cuando las crisis incubadas en Wall Street y las aveturas militares sin victorias de Washington han costado caro a adversarios y aliados, la fuerza de estos vínculos incorporados en el dólar se ha mostrado insoslayable. 
Esta fuerza había sido ya experimentada al inicio de los años setenta, cuando el mundo sufre la decisión unilateral estadounidense de abandonar la convertibilidad en oro del billete verde. La adopción de las tasas de cambio fluctuantes y su intrínseca volatilidad marcó el comienzo del proceso de tres décadas de construcción del euro. Las múltiples batallas políticas, militares y financieras del imperialismo y el ascenso de nuevas potencias (incluida la Europa del euro) han acwado como· factores de erosión de la cuota del dólar en las reservas, que pasa entre 1999 y hoy del 71 al 58%, aunque nunca han puesto en duda su rol dominante. La segunda divisa de reserva en el mundo, el euro, con una puma máxima del 27% alcanzada luego de la caída de Lehman, se sitúa en el 20%. 

Las vías de la desdolarización 

La incautación de 300 mil millones de dólares de las reservas rusas por la invasión de Ucrania ha puesto interrogantes sobre la seguridad de las reservas monetarias. En el curso del 2022 las reservas globales se han reducido por billones. Ha sido un paso inédito por dimensión en la llamada  de la economía, es decir, la transformación en armas de los medios de la economía las monedas, las tecnologías, la energía, las tasas, la política industrial  blandida principalmente, pero no sólo, contra el imperialismo ascendente, China. Se reaviva así el debate sobre la desdolarización, fórmula de significado variable: reducción del uso del dólar, desafío a su dominio, proceso de un multipolarismo monetario. 
Según el Economisc de finales de abril, los motivos que alientan la búsqueda de una alternativa a la moneda estadounidense el aumento del precio del oro, la caída del dólar en las reservas, la reacción a las sanciones de la potencia hegemónica, la potencial crisis fiscal por el pulso sobre el techo de la deuda entre la Casa Blanca y el Congreso republicano no son capaces de eclipsar la «omnipresente atracción gravicacional» del dólar que, sin embargo, puede ser «eludida»: hoy China paga en yuanes el 16% de las exportaciones rusas, regula en yuanes gran parte de su comercio, puede disponer de una moneda digital para sus transacciones, sin pasar por el dólar. En otras palabras, el mensaje de la City es imposible la sustitución de la hegemonía del dólar, improbable un sistema monetario multipolar, inevitable una mayor erosión del dólar. E1 ritmo de la erosión podría señalar una mutación multipolar del sistema, hipótesis que, según Romano Prodi, hoy «está más lejos que nunca», o bien evidenciar la fragmen­tación y los empujes del decoupling entre potencia hegemónica y potencia retadora, o anunciar la ruptura del orden.

La guerra de Ucrania despierta al nacionalismo polaco

Polonia se encuentra en el centro del esfuerzo para brindar ayudas logísticas y militares a Ucrania y reivindica que es el mejor socio de los Estados Unidos en la Unión Europea. Varsovia apoya a voz en grito la adhesión de Ucrania a la UE y a la OTAN, criticando con tonos virulentos la reticencia de Alemania a suministrar armas. No lo hace can solo como reflejo de los traumas del pasado o como argumento para la campaña electoral, con vistas a las elecciones de este moño, sino también para intentar emanciparse de la posición periférica que Polonia ocupa en Europa. 
De hecho, en el Vincula algunos detectan la oportunidad histórica de construir una Europa ampliada, donde el país podría concentrar a su alrededor un contrapeso al eje franco-alemán. Para hacer esto, Varsovia tiene interés en reforzar el compromiso de Estados Unidos en Europa, ya que es el resorte que desea usar para disponer, en el continente, de un peso político superior a su peso real. Así facilita también la intru­sión americana, permitiendo a Washington condicionar a Europa, especialmente en sus relaciones con Rusia. 

Rearme polaco 

«Polonia quiere convertirse en el fundamento de lo seguridad europeo», declaró el primer ministro Mateusz Morawiecki en Washington el 11 de abril. Varsovia «este año aumento los gastos para lo defensa, incluso hasta el 4% del PIB», y «quiere construir el ejército más fuerte de Europa». En este sentido, el gobierno desea elevar a 300 mil el número de soldados y ha encargado una enorme cantidad de equipamientos militares americanos y surcoreanos. En el interior y entre sus aliados, este frenesí de adquisiciones ha planteado cuestiones sobre su lógica militar y sobre cómo el gobierno va a financiarlos. 
Marek Swierczynski, del centro de análisis Policyka lnsight, opina que Polonia  «Sigue proyectándose como uno superpotencia regional, un poco según el modelo turco». Para Le Monde (27 de marzo), la admiración hacia la Turquía de Recep Tayyip Erdogan es una «extravagancia» de Jaroslaw Kaczynski, presidente del partido Derecho y Justicia (PiS). 
En la revista italiana de geopolítica Li­mes, Wojciech Lorenz del instituto Polaco de Asuntos internacionales (PISM) escribe que «el cálculo de Polonia se baso en un supuesto concreto»: reconociendo que Pekín es el «principal rival» de Washington, Varsovia debe «reforzar su potencial bélico lo más rápidamente posible», porque si Estados Unidos «Se viese implicado directamente en Asia oriental no sería capaz de ofrecer el liderazgo necesario o sus aliados europeos». Rusia podría aprovecharse de ello para «volver o intentar un ataque» (Limes, febrero de 2023). Cabe preguntarse si este «cálculo» de Varsovia puede empujar a Polonia a converger con el eje franco alemán, en el esfuerzo común de evitar un conflicto entre Estados Unidos y China. 

Polonia en la directriz Este-Oeste 

Asimismo, las ambiciones de Polonia están acompañadas por un intento de reestructuración económica, con el fin de reducir su dependencia tanto de Rusia como  cte Alemania. Resulta útil retroceder en el tiempo para comprender la cuestión. 
En la obra colectiva La Polonia, publicada en 2007 bajo la dirección de Francois Bafoil, el francés Centre d'études ec de re­cherches internacionales (CER1) apoyaba un modelo de desarrollo a lo largo del eje Este ­Oeste. Para garantizar su crecimiento económico y evitar ser el «cul-de-sac» oriental de la UE, Polonia habría tenido que insertarse «en un eje económico desmovilizado que enlazase a Europa Occidenwl con Extremo Oriente, pasando par la masa continental de Eurrasia y, par lo tanto, por Rusia». 
Los autores veían una prueba de escasa visión en el hecho de que en 2003, durante la guerra de Estados Unidos en lrak, el viceprimer ministro y ministro de Transporte polaco Marek Poi había cerrado «con discreción» un acuerdo que hacía de Slawków el cemro occidental del ferrocarril de vía ancha que a través de los países de la antigua URSS iba a Asia oriental. La integración de Polonia en este eje de comunicación Este-Oeste, junto a Rusia, habría «dificulcado» cualquier «enemiscad polaco rusa» en el futuro. 
En este sentido, otra señal fue en 2012 la adhesión de Polonia al proyecto de cooperación entre China y los países de la Europa centro-oriental, el "16+ 1" ( convertido luego en ·· 17+ 1" y ahora reducido a "14+ 1" iras la retirada de los tres países bálticos). 
En aquel momento, los investigadores del CERI habían definido una «batalla de retaguardia» como el apoyo de Polonia a la estrategia de Estados Unidos de crear con el GUAM organización de desarrollo regional que reúne a Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia un pasillo del gas para enlazar a Asia central con Ucrania, sorteando a Rusia a través del Mar Negro. El gasoducto Nord Stream, conectando a Rusia y Alemania a través del Mar Báltico y sorteando a Polonia, habría sido la «respuesta» rusa a dicha iniciativa. 
Sin embargo, importantes corrientes en Polonia y en Estados Unidos no opinaban igual y seguían imaginando infraestructuras a lo largo de un eje Norte-Sur. 

Juegos de influencias en la guerra de los generales sudaneses.

El «Sudán moderno es un producto artificial», escribe Robert O. Collins, historiador estadounidense, especialista de historiografía africana y sudanesa: el tercer Estado africano por extensión, con 1,8 millones de quilómetros cuadrados, es fruto de las politicas coloniales turco­-egipcias y anglo-egipcias a lo largo de dos siglos.
Collins continúa explicando que, esquemáticamente, en el plano etno-lingüístico el colonialismo británico dividía a la población, hoy de 45 millones, entre «árabes» y «no árabes». Los primeros predominaban en el Norte y a lo largo del valle del Nilo; los segundos, en el Sur y en el Oeste. La región occidental de Darfur (Casa de los Fur) era un sultanado con mayoría no árabe, anexionado al «con junto anglo-egipcio» de Sudán solo en 1916, es decir, 40 años antes de la independencia formal del país. Hasta 2011, Sudán incluía también al actual Sudán del Sur, la región del sudd (pantano en árabe), de mayoría no árabe, ampliamente animista, cristianizada con el apoyo de Londres a finales del siglo XJX. 

El mosaico suaanes 

En realidad, Sudán, debido a su enorme extensión geográfica, es un mosaico de más de 400 grupos emolingüísticos. Una de sus principales dinámicas históricas es la relación conflictiva entre los awlad al bahr, los "pueblos del río" (el valle del Nilo), y los awlad al gharib, los ''pueblos del Oeste". Los primeros, en su mayoría árabes, en esencia han monopolizado los instrumentos del poder político, económico y militar desde el periodo egipcio otomano, definido localmente corno la «Turkiya». Los segundos expresan tanto confederaciones tribales beduinas de origen árabe como poblaciones africanas islámicas, ambas marcadas por un rencor tradicional hacia los primeros, en virtud de su exclusión económica y política y por resistirse a los intentos de centralización, también de naturaleza re­ligiosa. 
Lo mismo pasaba con las poblaciones del Sur, hostiles a los procesos de arabización e islamización del Estado llevados a cabo desde inicios de los años Setenta del siglo pasado. Collins escribe que dichas poblaciones definían a las del Norte como mudukuru, literalmente «aquellos que se levantan al amanecer para tomar a esclavos». Si la práctica del «saqueo», las expediciones para capturar a esclavos, posee una historia milenaria, durante la Turkiya era una de las principales actividades económicas, amplificada asimismo por el tráfico de marfil en la segunda mitad del siglo XIX.
La tensión entre centro y periferias atraviesa además la dimensión religiosa. En un país que es islámico en un 97%, las cofradías sufíes (el Islam popular, típicamente rural) han resistido mucho tiempo tanto a las fórmulas de un Islam ortodoxo de matriz egipcia, reforzada con la ayuda británica, como a las del Islam político expresadas por la Hermandad Musulmana, tradicionalmente urbana. Dichas cofradías sufíes, que a su vez compiten entre sí, han expresado los principales partidos políticos sudaneses, como la Umma. Del sufismo, en una va­riante activista, surgió entre 1885 y L898 la Mahdiya: un «Estado democrático» que se oponía al control anglo egipcio de Sudán. Algunos historiadores han visto en él a un embrión de movimiento anticolonial aunque su aglutinante religioso reflejaba la hostilidad a la tasación y a los intentos de eliminar la práctica esclavista por parte de la «segunda Turkiya» (Tur­kiya al chaniya), el bloque anglo-egipcio de Sudán, extendido a partir de 1882 y formalizado en 1899 (A hiscory of modern Sudan, Cambridge, 2008). 

Cruce de influencias

Al confederar tribus y clanes árabes sudaneses, la Mahdiya logró dotarse de una fuerza militar propia, los ansar (partisanos de la fe) y expulsar las fuerzas egipcias del país, dando lugar a una serie de conflictos sea con el Imperio etíope sea con las diversas potencias coloniales europeas. El Estado implosionó en 1899 tamo por la acción militar británica como por las propias contradicciones internas. 
El dominio de Sudán por parte de Londres se volvió más estrecho con el fin de garantizar el control sobre el curso del Nilo, vital para aquel sobre Egipto y sobre el canal de Suez. Durante el siguiente medio siglo, Inglaterra adoptó una política diversificada en Sudán: mucho más centralizada en el Centro Norte y de «dominio indirecto» en el resto del país, administrado mediante los notables locales. El mayor grado de centralización relativa en el Norte siguió el modelo egipcio tanto en la burocracia como en las fuerzas armadas, cuyos mandos tradi­cionalmente se han formado en el Cairo
La relación entre Egipto y Sudán ha sido tan simbiótica como antagónica. Sudán, país que hace de cremallera entre la península árabe, Sahel y el Cuerno de África, es vital para Egipto para garantizar el flujo de las aguas del Nilo, pero representa también su directriz africana, o sea continental, y hacia la península arábiga. A su vez, desde 1967, el tablero de ajedrez sudanés se ha utilizado en La po­lítica africana de Israel, en combinación con Etiopía. En los años Ochenta, la Libia de Gadafi tenía la ambición de dar vida a un «imperio africano», abriendo una controversia en el Chad con ambiciones sobre el Darfur. Desde 1973, las petro-monarquías del Golfo han visto en Sudán un terreno de reciclaje de la renta petrolera, una cuenca de fuerza de trabajo y materias primas y un vector de proyección político-religiosa hacia África. Un juego de influencias que los regímenes de Jartum han explotado desde siempre. 

Fortaleza anatólica para Erdogan

Los hechos son Testarudos, decía Lenin, y loss turcos lo han demostrado». Lo escribe el periódico traansalpino L 'Opinion,comentando en caliente el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Turquía. Un resultado que desmiente, en el momento en que escribimos, tanto los sondeos como las expectativas de los medios) de diversas capitales europeas sobre el posible "fin del reinado'' del sulfuroso "sultán" turco Recep Tayyip Erdogan. 
Como ha ocurrido a menudo en la última década, las previsiones para una alternancia política en Ankara han subvalorado hasta qué punto los veinte años en el poder de Erdogan responden. como escribe el politólogo turco Ahmet lnsel, a «una aspiración social fuertemente enraitada en lo sociedad turrca». Unil vez más, es el bastión anatómico del AKP el que proyecta a Erdogan hacia un tercer mandato presidencial. 


Contienda en la cuenca nacional-islámica 

Aunque en declive relativo, con una pérdida de aproximadamente dos millones de votos desde el 2018, el AKP se confirma como primera fuerza política en el parlamento con el 35% de los sufragios. En alianza con el MHP y dos formaciones islamistas, Yeniden Refah y Huda Par (partido islámico conservador kurdo), confirma su mayoría, con 323 escaños de 600. La coalición de seis partidos que apoya la candidata presidencial de Kemal Kilic;daroglu, secretario del CHP, el partido de Atatürk , se queda en 277. En términos absolutos, la coalición de centroderecha Alidnza por el Pueblo obtiene 26.9 millones de votos, contra los 24,5 millones de la oposición. 
En las presidenciales Erdogan llega al 49,5% contra el 44,9% de Kilii daroglu. En términos absolutos, recoge 27, millones de votos, con un aumento de más de 700 mil respecto a cuando venció en la primera vuelta en 2018. Los 24.6 millones de votos a Kili daroglu representan un salto de más de 7 millones del candidato del 2018. Pero entonces el CHP, el IYI (El Buen Partido) y el filokurdo HDP, con candidatos separados, obtuvieron aproximadamente 22 millones de votos. Por lo canto, el avance ronda los 2,5 millones en esta vuelta, que ve. un aumento del electorado en torno a los 4,8 millones. 
Una parte de este nuevo voto puede ha-ber sido capitalizado por el tercer candidato, Sinan Ogan, independiente, con el 5,2% y 2,8 millones de votos. Ogan, exdiputado del partido nacionalista M HP. aliado de Erdogan, a juicio del analista Bayram Balci «ho hecho una brecha drenando un voto de procesa, de marca nacionalista, panturánico y xenófobo, con la exigencia de expulsión de aproximadamente 3,6 millones prófugos sirios presentes en Turquía, dando espacio a las tesis sobre la «suscicución étnica» en perjuicio de los turcos. Si se encuentra en la posición de «hacedor de reyes», como escribe Le Monde, y pretende «monecizar el propio capital electoral en la segunda vuelca», un acuerdo aparece más fácil con la formación nacional-conservadora que con la de Kilicdaroglu, dada la posición netamente amikurda de Ogan. Para Balci, Ogan, que «empezó desde la nada y sin un parecido detrás», por un lado, ha impedido probablemente a Erdogan vencer en la primera vuelta; por el otro, difícilmente podrá orientar más del «2-3% de sus votantes dado que los partidos nacionalistas «estén presentes en los dos bloques» (el IYI surgió como una escisión del MI IP en las elecciones pasadas).
Para Dormhée Schmid, especialista del IFRl para Turquía, la lección de esta vuelta es el «buen funcionamiento» de la alianza nacional-islámica, con la transferencia de votos eIme el AKP y el MHP pero también hacia el IYI y Ogan, que pelean por la misma cuenca electoral, mayoritaria en Turquía. Un fuerte nacionalismo, añade Schmid, se denota también en la "diáspora curca" en Europa, que vota masivamente por el AKP. Para Bild. de 1,5 millones de votantes turcos en Alemania, fuerte mentes movilizados a través de la red de mezquitas controladas por el gobierno de Ankara, el voto pro-Erdogan ha sido de media del 65%, en particular en las regiones industriales del Ruhr. 

Comienza el invierno chino

El 17 de enero de 2023, el "Press release" de la Oficina Nacional de Estadísticas de China (NBS) escribió que «la población total ha disminuido». En treinta líneas dan a conocer los datos esenciales, sin comentarios: el 31 de diciembre de 2022 la población llegó a 1.411,75 millones, con una disminución de 0,85 respecto a doce meses antes resultado de 9,56 millones de nacimientos  mientas y 10,41 muertes durante el año 2022. Es implícito que el saldo migratorio ha sido igual a cero. 
La noticia dio la vuelta al mundo y le siguieron los comentarios en los periódicos, revistas, chink tank. En el cuadro hemos recogido los más significativos. 
Kang Yi, director del NBS  intervino al día siguiente en China Daily. La prensa china en idioma inglés también publicó muchos otros comentarios, con matices y estimaciones diteremes, tanto de las academias como de los chink tank del Dragón, expresión de un verdadero pluralismo detrás de la fachada monolítica. 
Según Kang, las causas de la disminución son la reducción de los nacimientos, el retraso de los matrimonios, la postergación de los primeros nacimientos y la disminución de las mujeres en edad fértil: es el resultado natural del desarrollo económico, que muchos otros países están teniendo: la disminución continuará, y no hay que enfatizarlo demasiado. «La clave de la cuestión demográfica es hacer coincidir la dimensión y la estructura de la población con el sistema industrial; nosotros tenemos una situación de disponibilidad de fuerza de crabajo positiva». Observamos que este primer comentario oficial se centra en el sistema industrial chino: es decir, se necesita hacer saber que la "fábrica del mundo" no sufrirá problemas por falta de fuerza de trabajo como consecuencia del comienzo de la disminución demográfica. 
Así que la inexorable, ley de la población de la madurez imperialisca, hoy está afectando incluso a la· que hace una docena de años, superando a Japón, se había convertido en la segunda potencia económica mundial, y desde tiempos inmemorables fue la primera demográfica. La noticia se esperaba en unos años según las fuentes oficiales chinas'. pero muchos estimaban que en realidad el acontecimiento se habría producido alrededor de 2022-23. El '·sorpasso demográfico" por parte de la India es inminente, de hecho, quizas ya ha ocurrido. El debate es encencido. Comienza un periodo de oscilación de la población china en torno a la estabilidad, con fuerzas potentes que la empujarán decididamente, tarde o temprano, hacia la disminución. El gigante asiático recorre así los caminos trazados por Japón, Corea del Sur y muchos países europeos. No es una novedad, sino una regularidad: ahora ha llegado el momento de China. Son las dimensiones continentales del Dragón las que lo convierten en un histórico demográfico inédito en el periodo de cambios históricos y, en consecuencia, también una cuestión política de relieve mundial.

En la prensa china 

La Xinhua News Agency rernge las opiniones de varios expertos, entre ellas la siguiente: «Para un país que cuenta con 1,4 mil millones de personas, un crecimiento negativo debe analizarse con objetividad, es necesario adaptarse y actuar de manera eficaz». 
el Global Times, Yuan Xin (Universidad de Nanhai): la cifra no es inesperada y cumple con la ley de desarrollo de la población, que todavía fluctúa alrededor de 1,4 mil millones será más o menos igual en 2035 y 1,3 mil millones en 2050. Cai Fang, exdirector  de la CASS (Academia de Ciencias Socia les de China): el máximo ha llegado antes de lo esperado, por lo que la población puede diminuir de!desde 2023 en adelante. 
En China Daily, Zhang Xuying, del China Population and Developme Research Center: Japón y 19 países europeos también están disminuyendo y, a pesar de los intentos de restaurar la lecundidad
a 2, 1 hijos /mujer, la disminución continuará; pero hay una población consísteme, y la ventaja demográfica es importante. Lu Jiehua (demógrato, Universidad de Pekín): existe una alarma sobre el desarrollo socioeconómico del país, la tuerza de trabajo se ha reducido en un 10% en diez años, es mucho más difícil invertir  la tendencia, la disminución se volverá la norma, habrá que cambiar el modelo de sociedad. Li Jia, del Aging Research Center de Pekín: no hay que ser demasiado pesimistas, no está dicho que la reducción dure, podría haber una recuperación de los nacimiencos. Otros comentarios destacan que la disminución de la fecundidad es una preocupación seria y que es necesario restaurar una cultura favorable a la natalidad. Significativo sobre el ''clima demográfico" que se respira en China es lo que cominúa diciendo Yuan Xin: Muchos jóvenes no tienen ganas de casarse y optan por estar solos y no cener hijos. Sus perspectivas:, sobre el matrimonio y tener hijos han cambiado mucho respeto a las generaciones anteriores». 
Souch China Morning Pose (Hong Kong), editorial: «La crisis de la población es probablemente la mayor crisis que afronta China en este momento. Nadie puede decir que uno disminución de población signifique el fin del milagro chino. Pero  requiere el desarrollo de políticas económicas»; observa que las políticas natalistas nacionales (posibilidad de dos o tres hijos) y locales ('"bonos'' y facilidades en algunas grandes ciudades) no han funcionado, y que la India superará a China este mismo año.