La brújula estratégica UE a la prueba en la crisis ucraniana
Los dos frentes que resumen la nueva fase estratégica, en Ucrania y en Taiwán, pesan en el debate europeo en torno a la brújula estratégica que será adoptada por la Unión. Le Monde escribe que las tensiones en Ucrania complican el debate: siguiendo el ejemplo de Polonia, varios países del Este europeo juzgan inoportuna una señal de «autonomía» y «soberanía» en las confrontaciones con el aliado estadounidense, en el momento en que la amenaza rusa presiona. Algunos retoques al primer borrador, dice "Politico.eu", tienen la marca de la garantía atlantista, pero está en duda si serán suficientes para Varsovia o las capitales bálticas. Siempre para Le Monde, además, los europeos recelan de la solicitud de Washington de un frente común hacia China, pero esto comporta un precio a pagar que aumenta la fricción en la relación transatlántica y pone en tensión un consenso siempre «frágil» en el interior de la Unión.
Raja Mohan, en Indian Express, reflexiona sobre los nexos entre el tablero europeo y el asiático. Por mucho que se tienda a ver a Europa y Asia como «teatros estratégicos separados», siempre ha existido entre las dos regiones una «dinámica de interacción geopolítica». En la era colonial, la competición entre las potencias europeas en Oriente influyó profundamente la «geopolítica asiática». Cuando en 1917 el resto de Europa no siguió la revolución bolchevique, Lenin volvió su atención al Este, y esto definió las bases para una contienda prolongada entre Rusia y Occidente que «tuvo un profundo impacto en la evolución política interna de las naciones asiáticas». Tras la ruptura de la breve alianza contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, la política de la «contención» hacia la URSS constriñó a Washington a enfriar sus simpatías por los movimientos independentistas en Asia, apoyando a las potencias colonialistas europeas y alineándose «con el emergente nacionalismo asiático». Se olvida que si la contraposición entre la URSS y Occidente fue en Europa «guerra fría», en Asia fue un conflicto abierto, donde las dos partes libraron «largas y sangrientas guerras por procuración»
Hoy que vuelve a primer plano la confrontación entre grandes potencias, Mohan ve una dinámica invertida con respecto al siglo XX.
«En el pasado,Asia fue el teatro secundario de la rivalidad incraeuropea. Hoy es el ascenso de Asia, y de China en particular, lo que está moldeando la geopolítica europea».en el siglo XIX y para la mitad del XX, Chipa fue el objeto del reparto entre las grandes potencias europeas; hoy es Pekín quien lidera el cambio en el orden europeo y global. En los años de la guerra fria, China fue el «junior partner» de la URSS; hoy es Pekín quien hace de «senior partner» en la relación con Moscú: aunque la fuerza militar rusa mantenga su importancia, el PIB chino es casi «diez veces» el ruso. En los años Setenta, China fue una «carta» jugada por Estados Unidos contra la URSS; hoy Pekín está a la parcon Washington, y en todo caso los dos frentes que resumen la nueva fase estratégica, en Ucrania y en Taiwán, pesan en el debate europeo en torno a la brújula estratégica que será adoptada por la Unión. Le Monde escribe que las tensiones en Ucrania complican el debate: siguiendo el ejemplo de Polonia, varios países del Este europeo juzgan inoportuna una señal de «autonomía» y «soberanía» en las confrontaciones con el aliado estadounidense, en el momento en que la amenaza rusa presiona. Algunos retoques al primer borrador, dice "Politico.eu", tienen la marca de la garantía atlantista, pero está en duda si serán suficientes para Varsovia o las capitales bálticas. Siempre para Le Monde, además, los europeos recelan de la solicitud de Washington de un frente común hacia China, pero esto comporta un precio a pagar que aumenta la fricción en la relación transatlántica y pone en tensión un consenso siempre «frágil» en el interior de la Unión.