Dos flotas para negociar
El acuerdo tripartito con China para la reanudación de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí marca un punto de inflexión en el abandono del bajo perfil chino en el Golfo Pérsico. El tercer mandato presidencial de Xi Jinping lo marca con 24 caracteres, que van a sustituir las indicaciones diplomáticas dejadas poi Deng Xiaoping hace más de treinta años: «Mancén la calma. Mancence firme. Busca progreso y estabilidad. Sé proactivo y logra resultados. Únete al Partido Comunista. Atrévete a combatir».
Para Wu Xinbo, del Centro de estudios Americanos de la Fudan de
Shanghái, estamos asistiendo a las transformaciones de la compostura estratégica china en esta década decisiva: «En el pasado declaramos algunos principios, dimos a conocer nuestra posición, pero no nos comprometíamos operativamente. Esto cambiará». El coronel Zhou Bo, del Cemtro de Estrategia )' Seguridad Internacional en la ninghua de Pekín, imterviene en f'el Aviv en un c,imposio sobre seguridad: «Hosca ahora, China ha sido muy prudente, caminando sobre lo cuerda flojo y e concentrándose en los negocios sin implicarse militarmente en Orience Medio. Pero las cosas pueden cambiar».
Transformación multipolar en el Golfo
Zhou Bo, niegd que EE.UU. se esté retirando sustancialmente del área y que el enfrentamiento entre americanos y chinos en la región sea inevitable. Se puede pensar que el coronel está autorizado a hablar en el extranjero, y no por casualidad en Israel, país descolocado por el acercamiento saudí a Irán. Según las actas publicadas por el observatorio del Instituto Primaveras y Otoiios de Shanghái, la cuestión planteada por Zhou «es si Chino y EE.UU. pueden cooperar realmente en términos de seguridad regional».
La intervención deja entrever cómo la iniciativa china en el Golfo Pérsico contiene el potencial de una transformación en sentido multipolar de la garantía americana en la arteria energética, trasformación que puede o no ser acordada, o al menos negociada con EE.UU. Se podría hablar de una "doctrina Caner inclusiva", parafraseando las expresiones chinas, hasta la hipótesis avanzada por Zhou de un condominio naval con vascas implicaciones estratégicas: «Chino es de mente abierta señala el militar; Si realmente la fuerza de América escá disminuyendo, ¿por qué no trabajar juncos pura guardar escas rutas estratégicas?».
La discusión se centra en la protección de los flujos petrolíferos, pero se refiere a la «nueva arquitectura de seguridad» propuesta por Pekín para Oriente Medio. Por un lado, «al igual que la propuesta de paz para Ucrania», La posición de principio chino «podría evolucionar en el futuro, cuando sea el momento adecuado». Por el otro. la iniciativa china suena rnmo una alternativa a la «vieja» arquitectura, garantizada por EE.UU. Además de Israel señalan no obstante en Tel A viv también la propia China se ha beneficiado hasta ahora de esos acuerdos, con flujos energéticos ininterrumpidos: ¿por qué no «integrar en vez de interferir?». Si existiera «uno propuesta que satisfago las necesidades de todas las partes», dice Zhou, Pekín estaría dispuesta a discutir con Washington la seguridad regional.