Se Vislumbra la Restructuración en el Estado Español


La actual pandemia de la globalización, tiene conexiones sanitarias, políticas y económicas, por lo tanto requieren de un profundo análisis dado su reflejo en el tejido social. En este sentido político, tratare de analizar la actual situación someramente. Sin aburrir y concretando todo lo posible, aunque esto no es sencillo. 
La coalición PSOE-Unidas Podemos que sostiene al gobierno de Pedro Sánchez, se enfrenta a la tarea de elaborar un plan de reformas que sea presentable a Bruselas, y que no haga saltar las alarmas en las ciudades del norte de Europa. Esto implica afrontar el equilibrio fiscal y la gran reestructuración que se prepara dentro de la UE, buscando en el interior una base de apoyo parlamentario, social y territorial amplio y estable, a la cual, contribuirían los fondos y los préstamos comunitarios que deberán negociarse con la UE. 

Además de lo anterior, la nueva relación con Ciudadanos permite a Pedro Sánchez una recomposición política a través de geometrías variables en el Congreso, equilibrando el papel de los independentistas (véase Bildu, ERC, BNG, CUP etc.} incluso a Podemos. Esto último no sin grandes tensiones. Esta es la política que esgrimen los que dicen que nos representan. No cabe duda, quieren un gobierno fuerte para aplicar su política de reformas. 

El escenario de la Moncloa, una semanas después de la firma del ¡:}acto con patronales y sindicatos mayoritarios, sobre los ERTES, ha propiciado un encuentro entre gobierno y Ciudadanos, presidido por Carmen Calvo (vicepresidenta primera del gobierno} y Edmundo Bal (portavoz en las cortes de ciudadanos, ex abogado del estado y participante en el proceso contra los independistas catalanes}. No sorprende, por lo tanto, el cambio de tono más conciliador de los varones del PP, desde Isabel Díaz Ayuso, más belicosa, hasta el moderado Núñez Feijóo ganador no solo de las elecciones, también reforzado dentro del PP. La prensa de derechas advierte a Casado de la foto de la Moncloa, haciendo ver que coja distancia de Vox. 

Ahora el gobierno de Sánchez debe de aparecer con mayor rigor interno, planes de reformas y una reestructuración en el marco de una transición ecológica y digital. No obstante, los jefes de la UE permaneciendo en un nivel de ambigüedad sobre el núcleo del rigor económico, proyectan lo difícil de la situación, seria pues aconsejable mantener la guardia alta. No parece que Sánchez este por esa guardia. 

En esta línea el alemán Manfred Weber, líder de los populares europeos, advierte que el plan de ayudas y prestamos de la UE que se está negociando, sirva para invertir en el futuro y no para alimentar el populismo de Podemos. 
Luis Garicano, eurodiputado de ciudadanos y vicepresidente del grupo parlamentario Renew (grupo que dirige Macrom) recuerda, Europa no es un cajero automático pero las ayudas son una oportunidad para afrontar las reformas que necesitamos. 

La CEOE, ha tomado la iniciativa organizando desde finales de junio la cumbre "empresas españolas liderando el futuro"; más de un centenar de ejecutivos de grandes grupos y representantes de organizaciones sectoriales, en varias jornadas por tema para debatir sobre la reconstrucción económica y elaborar propuestas para un modelo productivo mucho más competitivo


Todos a la prueba

La pandemia secular pone a prueba a todos los líderes políticos, mientras toma forma una colosal intervención estatal que no se veía desde los años Treinta o la guerra. Donald Trump está pagando por la demagogia fácil con la que afrontó inicialmente el Covid-19, y quizás por el exceso propagan­dístico con el que precipitó el choque cada vez más asertivo con la China de Xi Jinping. Vladimir Putin hace cuentas con las debilidades históricas rusas, agigantadas por la nueva caída de los precios del petróleo. Narendra Modi ve al espectro del hambre descender sobre la India. En Brasil, Jair Bolsonaro, un imitador de Trump, es presionado por la desilusión de sus votantes. Boris Johnson mide el aislamiento en el que ha hundido a Gran Bretaña tras el Brexit. En Francia, Emmanuel Macron se enfrenta, como con los chalecos amarillos, a las incógnitas de una tradición política al mismo tiempo monárquica y regicida. En Italia, Giuseppe Conte tiene que lidiar con la ofensiva de las regiones del Norte, liderada por la asociación empresarial y algunos grupos editoriales, mientras se multiplican los apetitos, estimulados por los enormes planes de gasto. Angela Merkel es candidata a ser de los futuros vencedores, por la medida firmeza mostrada en la crisis sanitaria y los enormes recursos que Berlín ha podido destinar en la crisis económica. El BCE y la Comisión Europea han puesto en marcha medidas decisivas, pero se enfrentan a un insidioso desalío a los poderes federales de la UE, desencadenada por el Tribunal Constitucional alemán en Karlsruhe. Una vez más, será la iniciativa del eje renano, entre París y Berlín, el que marcará la diferencia. Por último, en España, Pedro Sánchez hace equilibrios entre las difíciles dosis de su precaria coalición, el complicado mosaico de las autonomías locales y el nexo del vínculo europeo. 
Nuestra clase también será puesta a prueba: en su parte más consciente, la claridad científica del marxismo y la organización puede marcar la diferencia.

La pandemia en EE. UU.

El factor de clase en la crisis sanitaria

Tres titulares dan una idea de la situación en EE. UU.: «El coronavirus golpea a todos. Pero será peor para los que menos tienen» (Los Angeles Times, 21 de marzo), «La red de seguridad social americana deja vulnerable al coronavirus a la economía americana» (Reuters, 4 de marzo), «La clase media no está lista para la recesión» (Brookings Institution 6 de marzo).

Covid-19 y diferencias de clases sociales
No estamos todos en el mismo barco,o más bien: en la misma nave en una tormenta, hay quien viaja en primera clase, en segunda, y en tercera, quien está en el mar en un bote de rescate y quien nada desesperadamente intentando no ahogarse.
La crisis es tanto sanitaria como económica: todas las clases sociales se ven golpeadas, pero de distinta forma. La ciudad de Nueva York es emblemática. Los titulares del Washington Post del 22 de abril: «El Bronx, desde hace mucho tiempo símbolo de pobreza, es ahora la capital del coronavirus de la ciudad de Nueva York». El distrito del Bronx tiene 1,4 millones de habitantes con una renta per cápita de 20.850 dólares; colinda con el distrito de Manhattan, con 1,6 millones de habitantes y una renta per cápita de 111.000 dólares. La diferencia de renta y condiciones de vida entre los dos distritos es gigantesca: el Bronx, en una de las ciudades más ricas del mundo, es el distrito que tiene el nivel de rentas más bajo en todos los Estados Unidos.
Incluso antes de la crisis pandémica, la esperanza de vida en el Bronx era de 75 años, diez menos que las personas más ricas de Manhattan. En el Bronx, el 12 de mayo, ya había 3.177 los muertos por Covid-19, igual a 2.269 por millón de habitantes; en Manhattan 1.946, equivalente a 1.216 por millón de habitantes. La muerte no es igual para todos: quien tiene rentas más altas corre menos riesgo. En el Bronx, el 43.6% de la población es negra, el 56.4% blancos o hispanos. Según el New York Times del 3 de abril, «quedarse en casa durante el coronavirus es un lujo». Según un análisis de los movimientos en las 25 principales áreas metropolitanas, rastreados a través de los móviles, escribe el periódico, el 10% en la cima de la escala de rentas comenzó a quedarse en casa mucho antes que el 10% al fondo de la escala. Esto habría limitado la propagación de Covid-19 en las clases sociales más ricas.
En EE. UU., varias valoraciones afirman que, en relación con la población, el coronavirus mata a los negros con triple intensidad que a la población blanca; sin embargo, si bien abundan los análisis sobre el vínculo entre la mortalidad del coronavirus y los grupos étnicos, faltan estudios específicos sobre mortalidad blanca, negra e hispana, en función de la renta. Podemos señalar que los datos porcentuales no deben ocultar los absolutos: si en los EE. UU. el 33% de las familias negras tienen ren­tas inferiores a 25,000 dólares frente al
18% de las blancas, los datos absolutos nos dicen que las familias blancas por debajo de los 25.000 dólares son 18 millones, las negras 5,5 millones y las hispanas 4 millones. Con rentas superiores a 100.000 dólares hay 31 millones de familias blancas, 2,7 millones negras y 3,4 hispanas. Por ejemplo, ¿cuál es la mortalidad de los blancos con rentas bajas en comparación con los negros con rentas altas? El vínculo entre Covid-19 y las clases sociales, que identifica la tasa de mortalidad en la población blanca, negra e hispana en función de la renta, es un estudio aún por hacer.

"Geometrías variables" del gobierno de Sánchez


Observatorio de España

En el campo de fuerzas creado por la crisis del Covid-19,era inevitable que la turbulenta dialéctica entre el centro y la periferia, una constante en la historia española, produjera repercusiones en el gobierno de Pedro Sánchez, hasta el punto de poner a prueba los equilibrios difíciles de la coalición entre los socialistas (PSOE) y la izquierda maximalista de Unidas Podemos (UP). 
La Constitución posfranquista del 1978 dio vida, en un proceso no lineal y desigual en el espacio y en el tiempo, al Estado autonómico, una forma de federalismo imperfecto. Las regiones, elevándose al rango de comunidad autónoma adquirieron prerrogativas fiscales, legislativas y cada vez más competencias, entre ellas, la sanidad.
El "estado de alarma", en vigor desde mitad de marzo, amplificó la fuerza del Ejecutivo central, pero atrayendo hacia si toda la responsabilidad de la crisis sanitaria. Paralelamente, los polos de poder descentralizado, lejos de ser cómplices, se han convertido en el principal instrumento a disposición de las versiones locales del partido del PIB, que en España también empuja por una salida más rápida del lockdown, no obstante, ya se ha reanudado una parte de las actividades no esenciales.

Pequeño y gran PIB 

Financial Times, al destacar que el «draconiano» confinamiento español ha 
sido «uno de los más duros» recogió el grito de dolor de estos componentes, en particular los ligados al sector turístico que pesa por el 12% del PIB y por el 13% de la fuerza de trabajo a nivel nacional.
No es un elemento secundario: para la Comisión Europea, según informa El país, españa será uno de los países con la mayor caída del PIB (-9,4% en 2020) y entre los factores principales se indica «el peso de la industria turística», del que prevé una reducción a la mitad. Desde las páginas del diario liberal de Londres, la organización del sector de la restauración Hostelería de España, que representa más de 300 mil ejercicios por 1,7 millones de empleados y el 6,2% del PIB nacional, avisa que «la drástica restricción» del lockdown pueden «hacer caer al 30% de los bares y restaurantes, si no llegan las ayudas del Estado». 

Existe una base amplia de la protesta tras la cual, como fue el caso de las tractoradas de los agricultores, podemos ver también los intereses de algunos grandes grupos, como los gigantes del sector turístico Amadeus y Meliá, que figuran entre los primeros grupos españoles cotizantes en la Bolsa de Madrid, o grandes compañías aéreas, como la anglo-española IAG, los cuales utilizan las comunidades autónomas para negociar con el gobierno.