1. Observatorio de parís
Publicamos este artículo que aparece en el periódico de los compañeros franceses de "L'Internationaliste ".
«El 9 de septiembre de 1715. cuando el cadáver de luis XIV.fue llevado con gran pompa de Versalles a Saint-Den is, un hecho sorprendió a los presentes: por primera vez. la procesión.funeraria del soberano estaba conformada esencialmente solo por la casa real. El municipio parisino. las parroquias. los gremios profesionales. los parlamentos. cuyos representantes habían asistido al funeral de Luis XIII. esta vez estaban ausentes. El absolutismo había tenido demasiado éxito y había aislado a la corona de lo que posteriormente se llamarán los "cuerpos intermedios" y la sociedad civil. Sabiendo que no tenían ninguna influencia sohre la evolución de los asuntos públicos. se fueron distanciando. y salieron de la pasividad solo para defender sus privilegios. [...]
Aquí tenemos al Estado como el único responsable del interés público. ¿Será capaz de asumir tal carga? En su texto L' Ancien Régimen et la Révolution. Tocqueville piensa que no: llega una crisis y "el gobierno central teme su aislamiento y su debilidad; le gustaría revivir para la ocasión las influencias personales o asociaciones políticas que destruyó: los llama al rescate: pero nadie llega y cada vez se asombra al descubrir que las personas a las que había quitado la vida están muertas··. ¿Cómo no podemos pensar en Macron flente a los "chalecos amarillos"? Entre el palacio del Elíseo y las plazas no hay nada».
Con este sugerente paralelismo histórico, Figaro coloca en la larga duración la actual controversia institucional sobre la Quinta República, definida constantemente como "monarquía republicana". Necesitamos redimensionar esta absolutización, que no encuentra un consenso unánime. En su obra Le Modele politique francais, el historiador Pierre Rosan vallon, personalidad de la «deuxiemegauche» (izquierda reformista), próximo al sindicato CFDT, ha reconstruido la tradición histórica de los cuerpos intermedios en Francia. Aunque menos fuertes que en la mayoría de los otros países europeos, aún existen.
A continuación indicamos algunos elementos significativos del incesante debate sobre la centralización en Francia. El historiador Nicolas Roussellier, en su texto de 2015 La force de gouverner, recorre el camino del poder ejecutivo después de la caída del Segundo Imperio ( 1870). Al comienzo, los republicanos querían reducir fuertemente el poder del gobierno que identificaron con la monarquía y el Imperio. El Novecientos, con su serie de conflictos y explosiones económicas, los obligó a reevaluar el papel del poder ejecutivo. La introducción del decreto ley y la ley marco en la Tercera y la Cuarta república serán anticipaciones de las "ordenanzas" de la Quinta.
La atormentada construcción de los poderes de la democracia imperialista
Con la Primera Guerra Mundial y frente a la derrota de Francia en la Segunda, Charles de Gaulle teoriza la necesidad de un poder político militar. Debido a que la guerra moderna moviliza todas las esferas de la vida social y económica, en lugar de una única unidad armada de la nación, le atribuye el predominio al factor político sobre el militar. aunque deben combinarse. Para proporcionar los instrumentos de acción en tiempos de crisis, el jefe de Estado debe estar separado de las divisiones partidistas. En este sentido, la separación de poderes en la República de de Gaulle no tendrá por propósito proteger al parlamento, sino poner al Ejecutivo a salvo de los desórdenes de las Cámaras. «Así. entre los distintos países de la democracia moderna, Francia presenta la particularidad de haber impulsado mucho más u fondo una experiencia republicana fundada sobre la omnipotencia del parlamento para luego impulsar de manera más avanzada una experiencia de gobierno capaz de hacer propia casi toda la vida política».
Podemos decir que el fortalecimiento del poder ejecutivo en la Quinta República fue la forma en que Francia superó sus formas específicas de crisis irremediables del parlamentarismo, proporcionándole las herramientas institucionales para afrontar el inédito nivel de disputa, producto de la fase imperialista.
Un régimen estable en el imperialismo europeo
Para el politólogo Philippe Raynaud (L'Esprit de la V République, El Espíritu éle la Quinta República, 2017) de Gaulle logró gestionar la salida de la guerra en Argelia la causa inmediata de la crisis en la Cuarta República y el socialismo de Francois Mitterrand logró su giro liberal en 1983 gracias también a la ayuda de la fuerza de un Ejecutivo bastante «libre en sus movimientos». Añadimos que estos dos acontecimientos ocurrieron en el momento de dos virajes europeos decisivos. Desde el comienzo de su régimen, de Gaulle se apropió de los poderes de emergencia, apenas establecidos, para respetar los criterios económicos y sociales de los Tratados de Roma. El Ejecutivo, bastante «libre en sus movimientos», ha sido, desde el principio, una concentración de poder para la construcción europea. Sin embargo, la acentuación de la europeización del ciclo político y el cese de la soberanía a nivel continental regresan hoy para golpear el pedestal ideológico gaullista y mitterrandiano de la grandeur y de la independencia nacional.
Democracia televisiva y presidenciales de 2017
Según el biógrafo de de Gaulle, Jean Lacouture, uno de los méritos de la Quinta República fue haberle quitado el poder ejecutivo a un sistema parlamentario en el que los estratos pequeñoburgueses estaban sobrerrepresentados. Sin embargo, el carácter televisivo del actual debate democrático, en el cual la elección presidencial es un momento culminante, canaliza nuevamente los temores y las oscilaciones de la pequeña burguesía y las clases medias sobre la persona del jefe de Estado.
En el trabajo colectivo de 201O Comprendre la V République, el historiador de los medios de comunicación de masas, Christian Delporte, compara el período actual con el del nacimiento del sistema actual. «En 1958, un flancés tenía solo una red de televisión disponible. que transmitía durante cinco o seis horas al día (siempre y cuando estuviera dentro del 10% de las familias que tenían un televisor,)». Cincuenta años después, «un francés con diferentes equipos electrónicos» puede recibir «600 redes autorizadas por el CSA [Consejo Superior del Sector Audiovisual], sin contar las redes locales y. por supuesto. esas ofertas cada vez más numerosas en Internet».
Desde 1958 hasta hoy la circulación de los periódicos nacionales se ha reducido a la mitad (de 4,4 a 2 millones de copias) y la de los periódicos regionales ha disminuido en un 15%. En 1958 ocho de cada diez franceses leían un diario frente al 70% de los franceses que hoy no leen ninguno de los periódicos en venta. Según Delporte, la Quinta República concreta la personalización de la vida pública. En su opinión, desde 1974 los líderes han empezado a invitar a sus mítines a celebridades capaces de atraer a las cámaras. Desde 1981 han difundido sus discursos en pequeñas frases que son fáciles de incluir en una toma televisada de unos segundos. La televisión ha transformado la militancia. Los medios ya no son una extensión o un reemplazo de la estrategia política; son su pegamento y esta se adapta a las reglas de la exposición mediática.
Una parte del texto le Vote disruptif (El voto disruptivo), publicado en 2017 bajo la dirección del director del Centro de investigaciones políticas de Sciences Po en París Pascal Perrineau, está dedicado a medir el peso de .la exposición televisiva durante la campaña presidencial. Según el Instituto Médiamétrie, los franceses pasan 3 horas y 52 minutos de media al día frente al televisor. Durante la campaña electoral, la televisión ha sido la principal fuente de información política para los votantes. El 86% de ellos sigue diariamente las noticias y la política por la televisión (y el 56% de ellos durante al menos 30 minutos al día), mientras que sólo el 63% lo hace por internet (y solo el 28% le dedica más de 30 minutos al día). «la televisión sigue siendo el medio de comunicación universal por excelencia que permite alcanzar a una gran parte de la población francesa», aunque Internet se ha «convertido en el escenario secundario de la competencia electoral».
El macronismo, producto del sistema institucional
Por primera vez en la historia de los famosos debates en televisión entre las dos rondas de elecciones, parecía que el de 2017 había sido decisivo. Las encuestas registraron un rápido descenso para Marine Le Pen, desde un pronóstico inicial estimado del 40% de los votos al 33.9% después del debate de la tarde del 3 de mayo de 2017. Según este estudio, la cuestión del euro fue la más tratada entre las dos rondas.
En el número de septiembre octubre de 2017 de la revista Le Débar, Nicolas Roussellier realizó un análisis de las elecciones presidenciales de 2017. Su conclusión es que el macronismo se ajusta perfectamente a la lógica del sistema. En su opinión «la lógica de la personalización ación de la V República ha asumido hoy tales dimensiones que las partes juegan su propia existencia en la ruleta rusa». En la lógica gaullista, el partido es un subproducto de la lógica. del sistema, una forma de apoyar o una candidatura presidencial El partido tipico de la V República por lo tanto, permanece más como un "movimiento" que como un verdadero "partido"».
«El macronismo no es .. antisistema ... sino la forma más avanzada del sistema» y pertenece a la «era de la democracia ejecutiva. que por su naturaleza es postparlamentaria y post representativa».
"Momento Tocqueville" para el "gran debate"
Ante la crisis política de los "chalecos amarillos", durante la cual todas las críticas se centraron en la presidencia, Emmanuel Macron quiere tomar las riendas de la situación. El lanzamiento de su «gran debate nacional» debe consagrar, por usar sus propias palabras, «el segundo acto» de su quinquenio. Le Monde informa que el ministro de Educación, Jean Michel Blanquer, habló de un «momento Tocqueville», es decir, el intento de reducir la distancia entre la cabeza política y el pueblo. En otras palabras, el in! tento de dar una base de masa al europeísmo de Macron, pasando de la defensa al ataque. En una carta a los franceses, el Jefe de Estado anunció que sacará todas las consecuencias del debate, abrió la posibilidad de una reforma constitucional, pero al mismo tiempo estableció los límites infranqueables: no retrocederá en las líneas principales de su programa reformista.
El Rassemblement National de Marine Le Pen y la France insoumise de Jean-LucMélenchon, que ya han presentado sus cabezas de lista para las próximas elecciones, han dado la indicación de no participar en el debate que definen como "humo en los ojos". El Partido Socialista y Les Républicains optan por una contribución crítica. La campaña para las europeas ha empezado.