La guerra de Ucrania despierta al nacionalismo polaco

Polonia se encuentra en el centro del esfuerzo para brindar ayudas logísticas y militares a Ucrania y reivindica que es el mejor socio de los Estados Unidos en la Unión Europea. Varsovia apoya a voz en grito la adhesión de Ucrania a la UE y a la OTAN, criticando con tonos virulentos la reticencia de Alemania a suministrar armas. No lo hace can solo como reflejo de los traumas del pasado o como argumento para la campaña electoral, con vistas a las elecciones de este moño, sino también para intentar emanciparse de la posición periférica que Polonia ocupa en Europa. 
De hecho, en el Vincula algunos detectan la oportunidad histórica de construir una Europa ampliada, donde el país podría concentrar a su alrededor un contrapeso al eje franco-alemán. Para hacer esto, Varsovia tiene interés en reforzar el compromiso de Estados Unidos en Europa, ya que es el resorte que desea usar para disponer, en el continente, de un peso político superior a su peso real. Así facilita también la intru­sión americana, permitiendo a Washington condicionar a Europa, especialmente en sus relaciones con Rusia. 

Rearme polaco 

«Polonia quiere convertirse en el fundamento de lo seguridad europeo», declaró el primer ministro Mateusz Morawiecki en Washington el 11 de abril. Varsovia «este año aumento los gastos para lo defensa, incluso hasta el 4% del PIB», y «quiere construir el ejército más fuerte de Europa». En este sentido, el gobierno desea elevar a 300 mil el número de soldados y ha encargado una enorme cantidad de equipamientos militares americanos y surcoreanos. En el interior y entre sus aliados, este frenesí de adquisiciones ha planteado cuestiones sobre su lógica militar y sobre cómo el gobierno va a financiarlos. 
Marek Swierczynski, del centro de análisis Policyka lnsight, opina que Polonia  «Sigue proyectándose como uno superpotencia regional, un poco según el modelo turco». Para Le Monde (27 de marzo), la admiración hacia la Turquía de Recep Tayyip Erdogan es una «extravagancia» de Jaroslaw Kaczynski, presidente del partido Derecho y Justicia (PiS). 
En la revista italiana de geopolítica Li­mes, Wojciech Lorenz del instituto Polaco de Asuntos internacionales (PISM) escribe que «el cálculo de Polonia se baso en un supuesto concreto»: reconociendo que Pekín es el «principal rival» de Washington, Varsovia debe «reforzar su potencial bélico lo más rápidamente posible», porque si Estados Unidos «Se viese implicado directamente en Asia oriental no sería capaz de ofrecer el liderazgo necesario o sus aliados europeos». Rusia podría aprovecharse de ello para «volver o intentar un ataque» (Limes, febrero de 2023). Cabe preguntarse si este «cálculo» de Varsovia puede empujar a Polonia a converger con el eje franco alemán, en el esfuerzo común de evitar un conflicto entre Estados Unidos y China. 

Polonia en la directriz Este-Oeste 

Asimismo, las ambiciones de Polonia están acompañadas por un intento de reestructuración económica, con el fin de reducir su dependencia tanto de Rusia como  cte Alemania. Resulta útil retroceder en el tiempo para comprender la cuestión. 
En la obra colectiva La Polonia, publicada en 2007 bajo la dirección de Francois Bafoil, el francés Centre d'études ec de re­cherches internacionales (CER1) apoyaba un modelo de desarrollo a lo largo del eje Este ­Oeste. Para garantizar su crecimiento económico y evitar ser el «cul-de-sac» oriental de la UE, Polonia habría tenido que insertarse «en un eje económico desmovilizado que enlazase a Europa Occidenwl con Extremo Oriente, pasando par la masa continental de Eurrasia y, par lo tanto, por Rusia». 
Los autores veían una prueba de escasa visión en el hecho de que en 2003, durante la guerra de Estados Unidos en lrak, el viceprimer ministro y ministro de Transporte polaco Marek Poi había cerrado «con discreción» un acuerdo que hacía de Slawków el cemro occidental del ferrocarril de vía ancha que a través de los países de la antigua URSS iba a Asia oriental. La integración de Polonia en este eje de comunicación Este-Oeste, junto a Rusia, habría «dificulcado» cualquier «enemiscad polaco rusa» en el futuro. 
En este sentido, otra señal fue en 2012 la adhesión de Polonia al proyecto de cooperación entre China y los países de la Europa centro-oriental, el "16+ 1" ( convertido luego en ·· 17+ 1" y ahora reducido a "14+ 1" iras la retirada de los tres países bálticos). 
En aquel momento, los investigadores del CERI habían definido una «batalla de retaguardia» como el apoyo de Polonia a la estrategia de Estados Unidos de crear con el GUAM organización de desarrollo regional que reúne a Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia un pasillo del gas para enlazar a Asia central con Ucrania, sorteando a Rusia a través del Mar Negro. El gasoducto Nord Stream, conectando a Rusia y Alemania a través del Mar Báltico y sorteando a Polonia, habría sido la «respuesta» rusa a dicha iniciativa. 
Sin embargo, importantes corrientes en Polonia y en Estados Unidos no opinaban igual y seguían imaginando infraestructuras a lo largo de un eje Norte-Sur. 


Ambiciones "neo-jaguelónicas" 


En noviembre de 2014, en su informe "Compleling Europe", los chink cank Atlantic Council y Central Europe Energy Panners (CEEP) habían propuesto un pasillo de infraestructuras para la energía, los transportes y las comunicaciones entre el Mar Báltico, el Mar Negro y el Adriático. Posteriormeme, en 2015, el presidente polaco y el presideme croata lanzaron el Trimarium, un proyecto cuyo nombre recuerda al lntermarium de Józef Pitsudski (1867-1935). 
Tras haber obtenido su independencia en noviembre de 1918, la Polonia dirigida por Pilsudski luchó contra todos sus vecinos: alemanes, ucranianos, lituanos, checos y contra los bolcheviques. La estrategia lntermarium que siguió Pitsudski preveía la creación de una confederación encabezada por Polonia sobre el modelo de Polonia-Lituania de la dinastía de los Jaguelones. Aquella unión entre el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania se había formado en 1386 y, al final de la dinasúa jaguelónica, con el Tratado de Dublín de 1569, se convirtió en la República de las Dos Naciones, una monarquía electiva. Entre 1772 y 1795, tres sucesivas reparticiones acabaron por cancelarla del mapa geográfico y, hasta 1918, los polacos se quedaron sin Estado. En su apogeo, el dominio de la dinastía jaguelónica se extendía desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro y el Mar Adriático. En cuanto a Pilsudski, su proyecto fracasó rápidamente por falta de fuerza y apoyo internacional, pero también por la hostilidad de los países cercanos hacia las ambiciones polacas.
Los doce países que participan actualmente en el Trimarium, conocido además con el acrónimo TSI (Three Seas lni­liative), son: Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Austria, Hungría, Croacia, Eslovenia. Rumanía y Bulgaria. En junio de 2022, también Ucrania solicitó incorporarse.
Un elemento importante del proyecto es el pasillo del gas Norte-Sur, entre el gasificador en Croacia y el gasoducto Baltic Pipe, que suministra gas noruego a Polonia a través de Dinamarca. Baltic Pipe se volvió operativo en septiembre de 2022, el día después de las misteriosas explosiones que destruyeron tres de las cuatro tuberías de Nord Stream 1 y 2. Por otro lado, Croacia estaría evaluando la posibilidad de conectarse al gasoducto TAP. que transporta gas de Azerbaiyán a Italia. 
Algunos elementos del proyecto se engloban dentro del desarrollo regional europeo y reciben subvenciones de Bruselas, aunque la naturaleza geopolítica del. Trimarium resulta evidente si se considera el apoyo de Estados Unidos.   

Veleidoso Trimarium geopolítico 

El Trimarium está promovido por una serie de think tank americanos y el invitado de honor en la cumbre TSI de 2017 en Varsovia fue el emonces presidente de Estados Unidos. Donald Trump. Otro elemento que confirma el apoyo estadounidense al TSl es el hecho de que, en verano de 2021, una de las condiciones del acuerdo entre Washington y Berlín para atenuar la oposición americana ante la construcción del gasoducto Nord Stream 2 era la promesa alemana de apoyar al TSI (Wall Srree Journal, 13 de julio de 2021).
Efectivamente, desde la cumbre TSI de 2019 en Bucarest, Alemania es miembro observador del proyecto, sin serlo de pleno derecho. Przemystaw Piotr Zurawski vel Grajewski, consejero del ministro de Asuntos Exteriores polaco, explica en una entrevista a Limes que «solo Polonia se ha opuesto » formalmente a la plena adhesión de Alemania», ya que esto conllevaría el dominio alemán sobre la estructura. Y añade: «Nuestro objetivo es susticuir los suministros rusos, miencras que el objetivo de Berlín es el de saturar el mercado del gas de Europa central con gas ruso discribuido por Alemania, motivo por el cual se ha consrtruido el Nord Scream 2». 
«Pese a que Berlín sea el principal socio comercial de codos los países del Trimarium», Zurawski confía en que el proyecto pueda «transformar los Estados miembros en mercados recíprocamente atractivos». Es también en la esperanza de esta perspectiva que Morawiecki, durante su visita a Bucarest del 28 de marzo, propuso una unión económica entre Polonia. Rumanía y Ucrania. Sin embargo, el éxito del proyecto Trimarium no está asegurado en absoluto e incluso parece veleidoso. Zurawski admite que servidan 600 mil millones de euros pero que, por ahora, hay «menos de 4», dos de los cuales provenientes de «socios americanos» (Limes, febrero de 2023). 

Perspectivas inciertas 

Así pues, es posible que las ambiciones neo-jaguelónicas" de Polonia choquen con la falta de recursos. con la desconfianza de sus vecinos que podrían preferir mantener buenas relaciones con Bruselas y Berlín antes que favorecer la primacía polaca en la región y también con la oposición de Europa Occidental. El 4 de mayo, el ministerio de Asuntos Exteriores alemán publicó un comunicado de prensa en el que se confirmaba el nacimiento de un "Grupo de amigos" que desea la extensión del voto por mayoría cualificada dentro del Consejo Europeo, contra la regla de la unanimidad que atribuye a cada uno de los países miembros la posibilidad de vetar en cualquier momento.
Hasta ahora el ·'Grupo de amigos" cuenta con nueve miembros: Alemania, Países Bajos. Bélgica, Luxemburgo. Francia, Italia, España, Finlandia y Eslovenia. Mientras Polonia presiona para la adhesión de Ucrania, sin una reforma de los mecanismos de voto este grupo de países se alinea al eje renano, para el cual la profundización de la integración europea es una condición preliminar a su ampliación. Además, las recientes protestas de los campesinos polacos contra las importaciones de productos agrícolas ucranianos han demostrado que, tampoco para Polonia, una adhesión rápida de Ucrania a la UE sería tan fácil. 

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