La visita de Xi Jinping a Italia está precedida por tres acontecimientos políticos. La presentación por parte de la Comisión de la UE y la alta representante de la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, de un documento estnítégico sobre las relaciones entre la UE y China ("EU-China - A strategic outlook. European Commission and HR/VP contribution to the European Council"). La cumbre entre el ministro de Asuntos Exteriores de China Wang Yi, sus homólogos europeos y Mogherini en Bruselas. El Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que adopta varios puntos del documento de la Comisión.
La unidad europea frente a Pekín
El punto de partida del documento europeo es la mutación de las relaciones de fuerza que «desplaza la balanza de los desafíos y las oportunidades»: «En el último decenio, la potencia económica y la influencia política de China han crecido a una velocidad y escala sin precedentes». China ya no es un «país en vías de desarrollo», sino un «actor global clave» y una «potencia tecnológica», cada vez más presente en el mundo, «incluso en Europa».
China es descrita mediante cuatro definiciones diferentes, complementarias y coexistentes entre sí: «China es, contemporáneamente en diversos áreas políticas, un socio de cooperación con el cual La UE tiene objetivos estrechamente alineados, un socio negociador con el cual la UE debe encontrar un equilibrio de intereses. un competidor económico en la búsqueda del liderazgo tecnológico y un rival sistémico que promueve modelos alternativos de gobierno».
La conclusión política es que «ni la UE ni ninguno de sus Estados miembros puede efectivamente» enfrentarse a China «sin la plena unidad». La respuesta europea, de hecho, debería ser articulada. Pero esto requiere una síntesis «unitaria» en política exterior.
Los diez puntos UE-Mogherini y los diez puntos Wang-Mogherini
Para China Daily el documento europeo es «ambivalente». porque da cuatro definiciones de China. Para Dong Yifan del CICIR, el centro de estudios unido al ministerio de Seguridad de China, la UE define a China tanto «socio» como «rival», pero hay que señalar que en el contexto de mutación mundial, que «no se veía desde hace un siglo», las relaciones entre las grandes potencias son más competitivas que cooperativas.
Cui Hongjian del CllS, Instituto de Estudios Internacionales del ministerio de Asuntos Exteriores, en cambio, escribe que la UE sigue siendo en general «ambivalente» sobre China, pero a pesar de la interpretación general, el hecho que defina a China de cuatro maneras indica la voluntad de construir sobre la asociación.
Wang :i dice en Bruselas que «la cooperacwn supera ampliamente la competencia» Y ha acordado con Moghen «diez puntos» de una señal cooperativa en varias cuestiones internacionales, equilibrando los «diez puntos» en los cuales se resume el documento de la Comisión.
Los cuatro puntos del Consejo Europeo
Según Francois Godement, autor para la Comisión de La Chine a nos portes (2018), las diez recomendaciones del documento en realidad están dirigidas.a la UE más que a China. El Consejo Europeo resume cuatro aspectos clave.
Primero, la UE va hacia la definición de una «política industrial asertiva», impulsada por la iniciativa alemana de Alemania 2030" y por el modelo de los consorcios europeos en sectores de interés estratégico para la re estructuración industrial, como la producción de baterías para el coche eléctrico. Segundo, está abierta la confrontación para «llenar los vacíos en el Derecho europeo» que regula el mercado interno, tanto del lado de la relación entre los poderes antitrust que regulan la competencia interna y la formación de los «campeones europeos» en la competencia mundial como en el de las «ayudas estatales»
utilizadas por las otras potencias en el mercado europeo. Tercero, la UE debe dotarse de un «nuevo marco europeo de control para las inversiones extranjeras» para gestionar las adquisiciones exteriores en sectores claves, como cuando la china Midea adquirió la alemana Kuka o el grupo chino HNA ascendió al 9,9% de Deutsche Bank. Cuarto, la UE debe revisar los instrumentos y las «normas en materia de contratos públicos».
Para Le Monde, este último terreno vería un primer acto de política europea hacia China. La Comisión restringiría el acceso a las empresas extranjeras, cuyos países no ofrecen para sus contrataciones condiciones similares a las europeas, con penalizaciones aplicadas a las ofertas extranjeras en las licitaciones europeas, un mercado según Le Monde de 2,4 billones de euros, que los poderes europeos hacen más uniforme respecto a la unidad del mercado chino. Una presión que condicionaría la Ruta de la Seda, ya que parte de las obras de infraestructura son contrataciones públicas, y jugaría la «reciprocidad» en la apertura de las contratas chinas, un mercado de 1,4 billones de euros según Les Echos.
La reciprocidad, arma entre la UE, China y los EE. UU.
La UE y China continuarán en abril las negociaciones para un Tratado de inversiones recíprocas con el objetivo de concluirlo antes de 2020. Según el Outlook estratégicas de la Comisión, Pekín preserva su mercado interno para los «campeones nacionales» chinos, impulsados por el plan "China 2025", mientras retrasa la ulterior «aperturm> a las inversiones europeas , sobre todo en el sector financiero.
Chen Fengying, del CICIR, piensa que en realidad serian las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín las que preocuparían a Bruselas porque, una vez logrado el acuerdo, China podría dar mayor acceso al mercado a los grupos americanos. Ding Chun, de la Universidad Fudan de Shanghái, considera que el documento europeo indica la presión de la UE para que sus requisitos sean discutidos en abril, pero también valoriza el malestar chino-europeo frente al unilateralismo americano.
Wei Jianguo, del Centro de China para intercambios Económicos Internacionales (CCIEE) vinculado al ministerio del Comercio, llama la atención sobre la nueva «ley de inversión extran jera» aprobada por el Congreso chino.
En el pasado las provincias tenían políticas separadas, interpretaban las leyes con discrecionalidad o competían por las inversiones extranjeras. La nueva ley prohíbe las transferencias forzadas de tecnología mediante medidas administrativas e impide a las provincias interferir con las políticas del gobierno central, unificando Jos estándares y centralizando la apertura. Según Wei, la ley responde a las peticiones de los grupos extranjeros y demuestra la determinación de China para continuar las «reformas y apertura».
Durante cinco días, China Daily, mediante una serie de entrevistas, ha situado la apreciación de 31 grupos internacionales incluidos Bayer, Bombardier, AB lnBev, L'Oréal, Otis, Deutsche Bank, BASF, Dell, Dow Chemical, ThyssenKrupp, Canon, Novartis, Johnson & Johnson, General Electric, Honeywell, Merck y Nestlé.
Pekín, rival sistémico en los Balcanes
Es evidente que el Dragón condiciona la apertura de su mercado a la pentración internacional de los grupos chinos. Según la Comisión, esto requiere una respuesta política igualmente central izada por parte europea para que la iniciativa china no se haga divisiva. El Outlook mira con lupa el grupo de los «16+ J» para la cooperación económica y la Ruta de la Seda, el fotmato iniciado en 2012 por Pekín con 11 países miembros de la UE y 5 países balcánicos en la periferia 0riental.
En los diferentes círculos de influencia europea, la Ruta de la Seda plantea un problema político: mientras que en «otros países» por ejemplo en los de Africa, pueden existir «grandes oportunidades de cooperación trilateral» con los grupos chinos, en los Balcanes la UE tiene «intereses clave» para buscar su «ampliación», asegurando la plena adhesión de estos países a las normas y estándares europeos, especialmente «en áreas clave. como el Estado de Derecho. contrataciones públicas, medio ambiente. energía, infraestructuras y competencia>:- Esto implica la «plena lmplementaczon , de acuerdos internacionales vinculantes legalmente» y la pnondad de las formas también legales del proceso europeo en los asuntos entre estos países y China.
En la práctica, mientras la UE puede aceptar la «cooperación en terceros mercados» propuesta por Pekín en Afnca, no puede considerar «terceros»· a los Balcanes, que están adoptando , vinculos del acquis communautaire de cara a la adhesión o la candidatura a ella, y mucho menos considerar «terceros» a los países miembros de .la Europa del Este. Son las objeciones planteadas por Berlín a las ofertas chinas de coparticipación en la Ruta de la Seda, que también se extiende al círculo de los países «en el vecindario» oriental con los que la UE ya tiene varios acuerdos de asociación y comercio (Georgia, Moldavia y Ucrania).