La OMC se basa en la ''no discriminación", la imparcialidad de trato entre todos los Estados miembros. Este principio fundamental, consagrado en el artículo I del tratado original del GATT, es desmentido por una realidad de acuerdos preferenciales, uniones aduaneras, acuerdos de libre comercio bilaterales y regionales.
«Una de las ironías del establecimiento de esta organización según el historiador de la OMC Craig Van Grasstek-es que fue la culminación de medio siglo de progreso hacia un
réoimen de comercio multilateral pero en el preciso momento en que sus mienbros comenzaron a negociar seriamente acuerdos. discriminadores» (The history and future of the World Trade Organization, WTO Publcations, 2013).
Fundadores pragmáticos
La igualdad jurídica de los individuos es un mito burgués que rompe con la realidad social de la división en clases. Del mismo modo, es ilusoria la igualdad comercial de las naciones en la realidad política del imperialismo, porque que no existe en absolutamente, ni siquiera en los tratados fundacionales del multilateralismo.
Siendo «realistas políticos», escribe VanGrasstek, los creadores del sistema GATT en 1947 incluyeron varias excepciones a la "no discriminación". Un ejemplo es el artículo 21, revivido por los aranceles del presidente Donald Trump, que permite medidas preferenciales por razones de seguridad nacional. Todavía más decisivo es el artículo 24 que, de hecho, autoriza la negociación de nuevos acuerdos de libre comercio y uniones aduaneras. «La discriminación sigue siendo un instrumento privilegiado de la política», explica VanGrasstek.
Los acuerdos comerciales entre Estados también sirven «para crear alianzas, promover la paz y la estabilidad regionales, premiar o inducir a la cooperación en campos distintos al comercio. El deseo de mantener esta opción ha llevado a los arquitectos del GA TT a eximir los esquemas preferenciales existentes y permitir que las naciones negocien otros nuevos».
Para la ideología liberal es un pecado original oculto a simple vista, para el análisis marxista es una confirmación obvia. La contradicción entre la unidad y la división del imperialismo está escrita en blanco y negro en la Constitución de la OMC, en el corazón del símbolo de la globalización.
Vínculo externo y desarrollo
Otro ejemplo de discriminación en el sistema de comercio mundial es el "trato especial y diferenciado" (SDT, special and differential treatment) para los países en desarrollo. En resumen, los miembros avanzados pueden ofrecer acceso preferencial a ciertas exportaciones de los países en desarrollo y estos últimos pueden implementar los compromisos del GA TT/OMC de forma parcial, más lenta y gradual. «Su objetivo formal es impulsar el crecimiento impulsado por las exporr taciones en los países en desarrollo», resume el investigador brasileño Emanuel Omelas. «La justificación básica es que estos países pueden beneficiarse de la protección temporal para promover nuevas industrias y diversificar su base industrial».
Es un concepto de "proteccionismo educativo'' que tiene su referencia en el siglo XIX, en el economista alemán Friedtich List, a su vez inspirado por Alexander Hamilton, padre constitucional y primer secretario del Tesoro de los Estados Unidos. En nuestro resumen, es la «regularidad proteccionista y estatista del despegue capitalista» (Guido La Barbera, Crisi di intemazionalizzazione, ed. Lotta Comunista, 2000).
Uno de los principales ejemplos modernos de SDT es el sistema generalizado de preferencias (SGP) otorgado por los países avanzados, que explota una excepción al principio del GA TT de "no discriminación" que se hizo permanente desde 1979. La literatura especializada en mediciones de SDT, revisada por Omelas, «arroja serias dudas sobre su efectividad para ayudar a los países en desarrollo a comerciar y crecer». En lugar de beneficiarlos, «la permisividad con ·la que fueron tratados en el sistema de comercio mw,dial puede haber ralentizado sus economías» (Handbook of commercial policy, El sevier/North Holland, 2016). Para esta ortodoxia liberal, las facilidades otorgadas a los países en desarrollo han representado una atenuación dañina del vínculo exterior.
Países en desarrollo verdaderos y falsos
La orientación entre estas siglas áridas es necesaria para seguir dos frentes secundarios de la ofensiva comercial de Trump: la propuesta para reformar el sistema SDT y la exclusión anunciada de la India del GSP.
En el Consejo General de la OMC a fines de febrero, los Estados Unidos denunciaron el problema de «una OMC indiferenciada» debido a la praxis de «auto-declarar» el status de país en vías desarrollo. Washington vuelve a afirmar que «desde la creación de la OMC, las mareas económicas han elevado a casi todos los barcos», pero que el sistema «sigue encerrado en una división "Norte-Sur" simplista y claramente obsoleta», entre países avanzados y en desarrollo.Este anacronismo «ha dañado seriamente la rama de negociación de la OMC, transformando cada negociación en una negociación que establece estándares elevados para unos pocos y permite una amplia flexibilidad y exenciones para muchos». Por esta razón, la Casa Blanca propone excluir de los privilegios del SDT cuatro categorías de países: miembros del G20, adherentes y en proceso de unirse a la OCDE, naciones clasificadas como de "renta alta" por el Banco Mundial y naciones con una cuota de al menos 0,5% del comercio mundial de bienes.
Anabel González, exministra de comercio exterior en Costa Rica, hoy en el Peterson Institute, informa que esto excluiría a una treintena de los actuales paises en desarrollo. Los quince que superan el umbral por medio punto son, en orden creciente en peso comercial: China, Hong Kong, Corea del Sur, México, India, Singapur, Emiratos Arabes Unidos, Tailandia, malasia, Vietnan, Turquia, Brasil, Arabia saudita, Indonosia y Sudafrica.
Los zapatos de Zhang
A la propuesta estadounidense responde un documento promovido por China, India, Sudáfrica y algunos países pequeños, en defensa de las políticas de SDT. «La persistencia de la enorme brecha entre los miembros en desarrollo y desarrollados de la OMC se refleja en una amplia gama de indicadores». PIB per cápita, bandas de pobreza y malnutrición, tasa de empleo campesino, retraso en el sistema educativo, etc. Una burla, que atrae las criticas del representante estadounidense Dennis Shea, es el epigrafe firmado por el presidente Thomas Jefferson: «No hay nada más injusto que el trato igualitario de diferentes personas».
En la reunión de Ginebra, el embajador chino Zhang Xiangchen popularizó el mismo concepto. A su vuelta de las misiones internacionales, siempre trae regalos a su esposa, pero nunca zapatos. «porque solo el lla sabe si encajan o no».Renunciar a un a País en Vías de Desarrollo autodefinido significaría «renunciar a nuestro derecho a elegir los papatos a decuados para nosotros».
apatoria» para los emergentes, pero son los avanzados quienes tienen «ciertos privilegios de facto» en un sistema multilateral «estructuralmente sesgado>>, contraataca Zhang. «¿Quién establece la agenda de negociación? ¿Quién lidera el proceso de negociación? ¿Quién tiene más voz para definir el resultado de la negociación?». El verdadero problema de la OMC es una «estructura de poder» que aún favorece a las antiguas metrópolis. Esta es la «reforma real» que se realizará, de lo contrario, «todo intento de quitarle sus derechos al tratamiento especial y diferenciado a los miembros en desarrollo es injusto y una misión imposible».
No solo China
A principios de marzo, el gobierno de los Estados Unidos anuncia que India y Turquía ya no serán beneficiarios del tratamiento preferencial del GSP, el primero porque introdujo una serie de medidas proteccionistas, el segundo porque ahora está Jo suficientemente desarrollado.
El gobierno de Delhi minimiza, cuantificando los beneficios arancela rios perdidos en menos de 200 millones de dólares al año. Sin embargo, es obvio que a varios periódicos indios les preocupa que la señal sea política. Después de haber sufiido los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio sin reaccionar, la India recibe otro golpe en la víspera de las elecciones generales. Según Hu Weijia, de Global Times, «no era realista esperar que la India fuera inmune al proteccionismo de Trump por la estrategia del Indo-Pacífico».
La complacencia del periódico chino también puede responder a un debate que ha aparecido en los últimos meses en la prensa india, sobre la oportunidad de diferenciarse de Pekín en la batalla del comercio mundial. La ofensiva de Washington y la ofensiva trilateral de EE. UU., UE y Japón están dirigidas contra China, advirtió Business Standard en diciembre: «La India no es el objetivo» y debe evitar «convertirse en un daño colateral». En Hindustan Times, en noviembre, el exministro de Asuntos Exteriores, Shyam Saran, desaconsejó una posición común chinoindia en la OMC. Delhi debe defender el régimen de SDT, pero sin oponerse a la revisión del status de país en desarrollo de China. «Después de todo, los chinos nunca se cansan de recordar a la India que ahora tienen cinco veces el PIB indio y, por lo tanto, no estamos en la misma categoría».
En el frente BRICS de grandes emergentes, Brasil abre una falla. En su primera visita a la Casa Blanca el 19 de marzo, el presidente Jair Bolsonaro promete que su país renunciará a los privilegios de SDT dentro de la OMC, de acuerdo con la propuesta estadounidense. A cambio, Trump apoya la apertura del proceso de adhesión de Brasil a la OCDE.
Misión histórica
La costarricense González, que también era un alta funcionaria del Banco Mundial y la OMC, critica la propuesta de reforma estadounidense, porque también eliminaría el status de país en desarrollo de países como la India, Indonesia y Vietnam que «ciertamente son países en desarrollo». Curiosamente, al mismo tiempo, González impugna la tesis chino-india de que el PíB per cápita debe ser el principal parámetro para evaluar los niveles de desarrollo. «Desde un punto de vista económico, el problema es si un país es lo suficientemente grande, en términos de cuotas de comercio mundial, para que sus decisiones políticas tengan un impacto en los precios mundiales».
Este es el caso, por ejemplo, de los subsidios que la India otorga a la producción de azúcar, deprimiendo sus precios internacionales, como denuncian Australia y Brasil en el tribunal de la OMC. Quien que tiene cierto peso en los mercados mundiales, parece decir González, no puede esconderse detrás de la etiqueta de país en desarrollo.
El tamaño importa y aún más las tendencias de desarrollo a largo plazo. Comparando los documentos presentados a la OMC por los estadounidenses y los emergentes, dice Zhang, «es obvio que nuestros colegas estadounidenses ven más agua que antes en nuestro vaso y nosotros vemos el vaso medio vacío. Esto refleja no solo una diferencia en las perspectivas, sino también una diferencia en nuestras misiones históricas. Nuestra misión es colmar el vaso».
Detrás de la comparación entre cifras políticas, se alzan el ascenso y el declive de las grandes potencias. El desarrollo desigual sacude a la OMC.